Tuesday, September 21, 2010

07 Serenata, de Manuel Salvador Gautier


SERENATA de Cecilia García Amaro

LA FICCIÓN, OTRA REALIDAD
Sobre la novela Serenata, preparado por su autor para un Panel sobre la obra en la
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Recinto de Santo Domingo
Organizado por la profesora Elisa Núñez, 11 de noviembre de 1999

Publicado en Gautier visto por Gautier, de Manuel Salvador Gautier
Editorial Santuario, Santo Domingo, República Dominicana. 2010. Pps. 27-52

Por Manuel Salvador Gautier

1. LA MOTIVACION

En 1992, la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes publicó el Epistolario de la Familia Henríquez Ureña, donde se dan a conocer las relaciones más íntimas entre sus miembros, posibles de publicarse. Para el AUTOR, fue una lectura apasionante, donde percibió instancias inéditas que no imaginaron los que hicieron la selección de las cartas. En una discusión con el Ing. Orlando Haza, que consideraba a Pancho muy inferior como hombre a Salomé como mujer, el AUTOR decidió que había situaciones entre los esposos que no permitían una evaluación tan simplista, y se propuso escribir una novela que probara estos argumentos. El título original de ésta fue Una explicación a Salomé, ya que, en principio, trataría sobre la manera en que Pancho procuraba explicar sus posiciones machistas a la esposa traicionada, justificándola con una doble moral, y presentaría los resultados finales: su lucha por la independencia del país y la creación de un estado positivista, un proyecto que ellos compartieron. Pero el AUTOR, a veces, no es dueño de sus personajes ni de su trama. Según la ficción se fue sobreponiendo a la realidad y aparecieron los paralelismos y las diferenciaciones entre una y otra, surgió la necesidad de un enfoque distinto, que no podía ser seudo biográfico.

2. LA REALIDAD Y LA FICCION EN LA NOVELA

En la visión fabuladora del AUTOR de SERENATA existen dos familias. Está la familia histórica Henríquez Ureña, compuesta por Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho), Salomé Ureña de Henríquez, sus cuatro hijos: tres varones, Francisco (Fran), Pedro, Maximiliano (Max), y una hembra, Camila, y algunos parientes cercanos: dos hermanos de Pancho, Daniel y Federico, una hermana de Salomé, Ramona, y la nodriza de Pancho.
Basada en esta familia real, el AUTOR inventa la familia paralela, imaginaria, compuesta por Cundo y Graciela, sus tres hijos varones: Cristian, Matías y Daga, y algunos parientes cercanos: Danilo y Heriberto, hermanos de Cundo; Carmita, hermana de Graciela, y Yaya, la nodriza de Cundo.
La familia imaginaria se apoya en las circunstancias de la familia auténtica, pero no es exactamente la misma. El AUTOR ha creado ficción, ha interpretado a su modo la realidad y le ha dado un perfil que se acomoda al tema que domina la novela.
En SERENATA aparecen otros personajes. Los que llevan nombres son ficticios, es decir, no tienen contrapartida real, aunque algunos, como Trina y mademoiselle Constance, responden a posibles personas, cuyas características particulares son totalmente desconocidas en la documentación existente sobre esta familia.
Otros personajes responden a caracterizaciones de personas históricos a las que no se les identifica con su nombre. Así se presenta el Maestro (Eugenio María de Hostos), el buen general (Gregorio Luperón) y el Presidente Vitalicio (Lilís). En su momento histórico, también aparecen mencionados los presidentes Fernando Meriño, Juan Isidro Jimenes y otros.
Esta ficción Vargas Llosa la llama "la mentira de las verdades" en un artículo que publicó (Listín Diario, 5 de noviembre 1999, Opinión 9A), criticando una biografía del ex—presidente norteamericano Ronald Reagan, en la cual el autor, Edmund Morris, decidió incluir varios personajes ficticios para darle movimiento a la trama. Para el autor hispano—peruano, la biografía o historia deja de serlo en el momento en que se introduce ficción, por mínima que ésta sea. Escribe: "Edmund Morris sabe mucho de historia, pero, me temo, no sabe gran cosa de literatura, dos disciplinas o quehaceres que aunque a veces se parezcan mucho, son esencialmente diferentes, como la mentira y la verdad. La historia cuenta (o debería siempre contar) verdades, y la ficción es siempre una mentira (sólo puede ser eso), aunque, a veces, algunos ficcionistas —novelistas, cuentistas, dramaturgos— hagan esfuerzos desesperados por convencer a sus lectores de que aquello que inventan es verdad ("la vida misma")."
SERENATA es ficción. Cada uno de los episodios que la compone fue inventado por el AUTOR en base a hechos, deducciones e hipótesis que formuló con la lectura del Epistolario de la familia Henríquez Ureña. El AUTOR también incluyó en la formulación de la historia una información verbal que obtuvo del novelista Guillermo Piña, quien asegura que el estudiante Francisco Henríquez y Carvajal prohijó una familia ilegítima mientras estuvo en París (según Piña, dos hijas). El AUTOR estudió datos históricos sobre la vida del presidente Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho) y sobre la lucha que sostuvieron los nacionalistas de 1916 a 1924, encabezada por éste, para obligar a los norteamericanos a desocupar el territorio dominicano invadido.
La base histórica de la ficción, para cada uno de los episodios, es la siguiente:

EPISODIO "1878"
En una carta desde París, Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho) agradece a Salomé que haya recibido en su casa, estando él ausente, a una señora que había sido su novia.

EPISODIO "1882 (mitad de año)"
La segunda carta que aparece en el Epistolario, de 1878, es de Pancho a Salomé ofreciéndose como profesor de matemáticas. Para 1882, ya se habían casado y esperaban el primer hijo. Tan pronto se casan, Salomé logra que Pancho la apoye para fundar el Instituto de Señoritas (escuela secundaria), un proyecto que formaba parte de su propuesta educativa—cultural con la visión positivista de que la educación es la base del progreso de los pueblos.

EPISODIO 1882 (a finales de año)
El primer cargo político que tuvo Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho) fue como secretario personal del presidente Fernando Arturo Meriño (1881-1882), que llegó a la presidencia con el apoyo del general Gregorio Luperón. Para esa época, el Gobierno ayudaba a los independentistas de Cuba (mambises) en su lucha contra España. El Gobernador español de Puerto Rico financió a miembros de la oposición para que dieran un golpe de Estado a Meriño y colocaran en la Presidencia a alguien pro—hispánico. Los insurrectos fueron derrotados y muchos de ellos se refugiaron en la manigua. En 1881, los ayuntamientos de la República lanzaron manifestaciones que desconocían la Constitución del Estado y la Autoridad del Congreso Nacional, y otorgaron poderes dictatoriales a Meriño. En un poema, Salomé lanzó una protesta enérgica en contra del Decreto de San Fernando, parte del andamiaje dictatorial que se dio Meriño, en el que se permitía a cualquier persona matar a un insurrecto que encontrara con las armas en las manos.

EPISODIO "1887"
Para esa época el matrimonio Henríquez Ureña había procreado a tres de sus hijos, Francisco, Pedro y Max. Pancho había hecho las licenciaturas de derecho y medicina, que añadía a la que ya tenía de agrimensura cuando casó. Además estudió filosofía y letras. A pesar de eso, Pancho se mantenía en el anonimato, mientras Salomé obtenía cada vez mayores reconocimientos como la poetisa eximia del Parnaso Dominicano. Salomé era una gran admiradora de Eugenio María de Hostos, el Maestro positivista, que es obligado a abandonar el país por sus enseñanzas liberales, mal acogidas por la jerarquía católica. Por circunstancias no aclaradas en el Epistolario, los esposos deciden que Pancho vaya a París a ganarse el título de doctor en medicina de la Universidad de la Sorbona. Pancho obtiene una beca del Presidente Ulises Heuraux (Lilís), que todavía no se había declarado dictador, y parte, con la promesa a Salomé de que volverá al año.

EPISODIO "1887 (en París)"
Las primeras cartas de Pancho desde París muestran su desasosiego por no poder cumplir con la promesa hecha a Salomé de volver a Santo Domingo al término de un año de encontrarse en el extranjero, ya que los estudios le toman más tiempo de lo previsto. Trata de justificarse con más promesas que demuestran su capacidad de mitificar la realidad. Al cabo de un tiempo, Pancho tiene una amante, con la que procrea dos hijas. En las cartas se nota también que, al principio de su estadía, Pancho se encerraba en sus habitaciones, luego escribe sobre paseos que hace por los alrededores de París y otros lugares.

EPISODIO "1890 (en París)"
Salomé decide que Pancho reciba en París a Francisco, el hijo mayor, con quien ella tiene una relación extraña. Se queja del temperamento del hijo, y justifica el envío del niño al padre porque considera que el primero necesita la autoridad paterna para corregir una serie de tachas personales. Las cartas muestran una preocupación constante de los padres por los hijos, tanto por su salud como por su formación. En éstas se evidencia la admiración que Salomé siente por el hijo Pedro, un prodigio desde la infancia.
El presidente Lilís aprovecha que Salomé manda a Francisco con un señor reconocido, y envía a su hijo pequeño, Ulises Heureaux (1876-1938), a estudiar a París bajo la tutoría de Pancho. Este hijo de Lilís eventualmente se convierte en escritor, y en uno de sus cuentos presenta la historia de una mujer mundana de París, similar a la dama de las Camelias de Alejandro Dumas, hijo (1). En varias cartas de esa época Pancho le ruega a Salomé no ponerle atención a los chismes de un doctor compañero de él en París, que se propone visitarla cuando llegue a Santo Domingo.
En esa misma época, Lilís concertó un empréstito europeo con la casa holandesa Westendorp y formó un organismo que lesionaba la soberanía del país, llamado La Regie, con participación de esa empresa. Este préstamo se convirtió en impagable y le costó al país la invasión norteamericana de 1916-1924. Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho) no tuvo nada que ver con estas negociaciones.

EPISODIO "1901"
Pancho vuelve a Santo Domingo con su título de doctor de medicina de la Sorbona de París. Salomé lo acoge, y tienen a Camila, el cuarto hijo del matrimonio. Pancho se convierte en opositor del régimen tiránico de Lilís y es expulsado del país. Se instala en Cabo Haitiano, acompañado de sus dos hijos mayores, Francisco y Pedro. Allí hace gran amistad con Juan Isidro Jimenes, también en el exilio. Pancho le aconseja a Salomé que tome a una acompañanta para que la ayude a cuidar a Max y a Camila, ya que la salud de Salomé comienza a resentirse (pronto se determina que tiene tuberculosis). Salomé toma una acompañanta, que será con el tiempo la segunda esposa de Pancho. Eventualmente Pancho le pide a Salomé que se traslade a Puerto Plata para él poder visitarla junto con sus hijos, en lo que aparenta ser una concesión de Lilís al exiliado. Salomé muere en 1897, y Pancho casa con la acompañanta a los seis meses de enviudar.
Una vez depuesta la dictadura de Lilís por Mon Cáceres y Horacio Vásquez, Juan Isidro Jimenes es elegido Presidente de la República; éste nombra a Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho) Ministro de Relaciones Exteriores. Pancho tiene a su cargo negociar la deuda que dejó Lilís con los acreedores europeos y norteamericanos. En una demostración de sus inigualables cualidades como intermediario y diplomático, logra un acuerdo muy positivo para el país que es rechazado por el Congreso, manejado por Horacio Vásquez, que ya enfrentaba a Jimenes.
Para la misma época, su hijo Francisco tiene un duelo con otro joven de sociedad, a quien mata. Como consecuencia de esta situación, tanto Francisco como Pedro son enviados a estudiar a Nueva York.

EPISODIO "1907 (en París, otra vez)"
Al caer el gobierno de Jimenes, Pancho se autoexilia con su familia en Santiago de Cuba, donde instala una clínica. Allí procrea su segunda familia. Durante este exilio o emigración, distintos gobiernos dominicanos lo utilizan como diplomático at large, reconociendo sus dotes inigualables de intermediario. En 1907, va como uno de los tres delegados del país a la II Conferencia de Paz a La Haya. Para esa época se alinean los dos grupos de países que se enfrentarán en 1914 en la guerra europea de 1914-1916, llamada la Primera Guerra Mundial. Pedro ha abandonado a Pancho, instalándose en México, donde forma grupo con Alfonso Reyes y otros intelectuales jóvenes mexicanos. Hay gran preocupación de Pancho por sus hijos, deseoso de que se encaminen y puedan trabajar dignamente. En las cartas publicadas, se evidencia un enfrentamiento entre Pancho y Pedro, que llama a su padre con el apodo de Pancho, inusual para el respeto que le debía un hijo a su padre en aquella época.

EPISODIO "1916"
Los norteamericanos han forzado al país a que le cedan las aduanas para lograr el pago de la deuda europea que ellos han asumido. Durante el gobierno de Cáceres, en 1907, se firma la Convención que determina la manera en que se pagará el empréstito. Esta Convención es utilizada por los norteamericanos para obligar a todos los presidentes dominicanos que siguen a que les permitan nombrar a un representante de su país, que realmente actuaría como responsable de la cosa pública por encima del Poder Ejecutivo. Juan Isidro Jimenes es de nuevo elegido Presidente de la República y nombra a Francisco Henríquez y Carvajal (Pancho) delegado en una misión diplomática en Washington y luego a otra en Buenos Aires, donde se celebra la Conferencia de la Alta Comisión Financiera Panamericana. Una vez concluidas estas conferencias, Pancho vuelve a Santiago de Cuba. Allá recibe el telegrama donde lo han nombrado Presidente Provisional de la República, ante la renuncia de Jimenes, que no ha admitido las presiones de los norteamericanos. Pancho acepta, con el mandato de que convocará lo antes posible a unas elecciones libres. Encuentra la resistencia de los norteamericanos que lo chantajean, negándole, si no acepta sus imposiciones, la entrega de la porción de las entradas aduaneras correspondiente al Poder Ejecutivo. Pancho se niega y tiene que buscar préstamos con amigos para pagar la nómina del Gobierno. Un mal de ola frente a la costa de Santo Domingo encalla el acorazado Memphis; el Almirante norteamericano al frente de las negociaciones, admirado por la proeza de los dominicanos que rescatan a los marinos a punto de ahogarse, decide entrar en negociaciones con Pancho para facilitarle una salida airosa a la situación de su Gobierno y es rápidamente sustituido por el Almirante Knapp, que ocupaba a Haití en ese momento. Pancho va al exilio de nuevo.

EPISODIO "1920"
Con su astucia diplomática, Pancho consigue que algunos países latinoamericanos lo reconozcan como Presidente Dominicano en el Exilio y, junto con otros patriotas, forma la Comisión Nacionalista Dominicana, que logra mantener el interés internacional por la independencia de la República Dominicana. Visita a Argentina para obtener el respaldo de ese país. Allí vive desde hace varios años su hijo Pedro, quien se ha exiliado con su familia mexicana (mujer y dos hijas) a la caída del gobierno de Porfirio Díaz, mentor de sus amigos intelectuales mexicanos. Pedro enseña en la escuela secundaria y ha conseguido ganar un concurso como profesor adjunto en una cátedra de la universidad en Mar del Plata, negándosele la cátedra titular por ser extranjero, a pesar del reconocimiento que tiene como intelectual. En sus andanzas internacionales, Pancho es seguido por agentes del espionaje norteamericano.

EPISODIO "1959"
Pancho muere en Santo Domingo en 1935, durante la dictadura de Rafael Trujillo, que lo había nombrado Ministro Plenipotenciario en Francia y más tarde en Cuba. Después de su muerte, se puso su nombre a una calle de Santo Domingo en el sector de Villa Francisca. Para 1959 ya la calle con su nombre tenía tiempo de inaugurada. Al AUTOR no poder determinar exactamente cuando ocurrió esto, escogió esa fecha para conmemorar los cien años del nacimiento del patricio.

3. LA DECONSTRUCCION

La mitificación de los personajes históricos lleva a la deformación de sus realidades y a su incomprensión. En nuestra historia, no sabemos explicar el retiro de Juan Pablo Duarte de la política, ni el entreguismo de Pedro Santana frente a los españoles, porque no los reconocemos como seres comunes, con sus fuerzas y sus debilidades. En el postmodernismo se tiende a la demitificación, a eliminar todo el engrandecimiento que estos héroes y patriotas no necesitan, y a tratar de verlos como fueron. No es una tarea fácil. Los historiadores que lo hacen pueden ser tachados de antihistóricos, traidores y otras lindezas, aparte de lo difícil que es hoy en día determinar las interioridades de estos personajes a través de sus acciones, públicas y privadas. Por eso es más fácil trabajarlos desde la ficción.
En la deconstrucción literaria se toma un mito y se lleva a una nueva dimensión, donde se presenta una realidad más humana del héroe o la heroína. No hay ensalzamientos.
SERENATA es una deconstrucción.

4. EL TEMA, LA TRAMA Y EL CONFLICTO EN SERENATA, REQUERIMIENTOS PUNTUALES PARA CONSIDERAR UNA OBRA LITERARIA UNA NOVELA

EL TEMA Y LOS SUBTEMAS
SERENATA gira alrededor de un tema y múltiples subtemas.

El TEMA de la obra es:
El machismo de un hombre, dominado por una mujer extraordinaria. En todo momento se sentirá la influencia que ejerce Graciela sobre Cundo, en sus acciones y reacciones, en su enfrentamiento con la vida, en su reconocimiento final de que su objetivo a través del tiempo ha sido reivindicarla, tratando de llevar a cabo el proyecto político que compartieron. La fuerza de esta mujer trasciende al hijo, que también reconoce que su objetivo en la vida ha sido cumplir con el proyecto cultural de su madre. De ahí la SERENATA, el canto de admiración de los dos hombres por la mujer siempre amada. De ahí que Cundo, a pesar de sus traiciones y sus desvaríos, reconozca que siempre amó a Graciela, más que a todas las otras mujeres que tuvo.

Cada episodio tiene varios SUBTEMAS.

Algunos de ellos son:
La doble moral en la sociedad decimonónica, donde se acepta la infidelidad del hombre en el matrimonio casi como un derecho, aunque debe hacerse de manera encubierta (Cundo a Graciela)
La mujer acepta el machismo, y forma al hijo para su reivindicación (Graciela a Matías, descartando al esposo al darse cuenta que moría y no podía seguir luchando para transformarlo).
Las razones de un hombre para realizar un matrimonio: la ambición (a través de la mujer, lograr una posición mayor, cultural o social) vs. la formación de un hogar (conseguir una mujer que reconozca la autoridad del pater familia y forme a sus hijos en ese cultura).
La obediencia que debe el hijo al padre, aunque signifique un sacrificio (Cundo obedece a su padre frente a la situación creada con Trina), y viceversa, la desobediencia del hijo frente al padre que culmina con el reconocimiento final del primero aceptando que no ha hecho lo correcto (Matías frente a Cundo en Buenos Aires).
La prepotencia del militarismo en los países desarrollados que atropella los principios que los sustentaron (Estados Unidos a la democracia representativa) para cumplir con una estrategia imperialista (invasión de Estados Unidos a Haití y República Dominicana a principios del siglo XX para dominar la boca caribeña del Canal de Panamá).

LA TRAMA:

La trama en SERENATA sigue muy de cerca los acontecimientos históricos, con variaciones donde el AUTOR crea incidentes que nunca se dieron en la familia verdadera, y presenta personajes ficticios que ayudan a interpretar las relaciones entre los dos personajes principales, Cundo y Graciela.
Cundo (Pancho), joven de 18 años, ve en Graciela (Salomé), intelectual de 27 años, la posibilidad de subir rápidamente de posición cultural en una sociedad que reconocía el genio de su hermano Heriberto (Federico), con el cual él deseaba igualarse; la enamora ofreciéndose como su profesor de matemáticas, casa con ella, no encuentra el reconocimiento que esperaba, al contrario, cada vez ella tiene mayor trascendencia cultural y él es más anodino. El matrimonio tiene dos hijos, uno normal, Cristian (Francisco), y otro, un prodigio, Matías (Pedro). Desde pequeño se nota la inclinación de Graciela por Matías y de Cundo por Cristian, que lo hace más por solidaridad, frente a una situación que se asemeja a la de él ante la esposa y el hijo Matías. Cundo siente que la esposa reconoce la genialidad del hijo y no la de él. Trató de destacarse obteniendo la sumisión (amnistía) de insurrectos, cuando él era secretario del Presidente, pero la posición política de su esposa hizo que renunciara para sumirse en un anonimato que lo desespera. Cada vez que siente esta impotencia disasociadora, surge su potencia sexual como disyuntiva y busca distintas mujeres para saciarla. Estudia varias profesiones para demostrar su capacidad intelectual, pero esto no basta. Su esposa, consciente de lo que ocurre al marido, decide que éste debe obtener el título de médico de la Sorbona, para que se iguale a ella con un reconocimiento social, si no en términos culturales, sí, profesionales.
En París, Cundo trata de cumplir con la promesa a la esposa de volver con el título en un año, no lo logra y termina acoplándose con una amante con la que tiene una hija. La esposa conoce la situación y le manda al hijo mayor para enfrentarlo con su verdadera familia. En Inglaterra, Cundo participa en las negociaciones de un empréstito internacional a su país, con el cual no está de acuerdo por tener cláusulas que apuntan hacia una posible aplicación tortuosa de éste que perjudicaría a su país.
Cundo vuelve al seno de su familia y tiene un tercer hijo con la esposa, a quien ponen el apodo de Daga (Max). Rompe con la dictadura del Presidente Vitalicio en el poder y va al exilio, dejando a una esposa debilitada por el comienzo de una enfermedad que se diagnosticará como de los pulmones. Se instala en el país vecino, donde conoce a otro exiliado con el cual hace una estrecha amistad. Con el permiso del Dictador, visita a su esposa en una ciudad neutra de su país, donde le promete que la reivindicará; lo hace cuando ésta llama a su hijo Matías, consciente de que va a morir, y le pide que reivindique su proyecto cultural, a sabiendas de que su marido no lo hará, por sus limitaciones. La promesa de Cundo, vaga y emocional en ese momento, se convierte en una intención que él no sabe cómo llevará a cabo.
Graciela muere, y Cundo se casa con la acompañanta, una mujer dedicada al cuidado de los hijos que tuvo con Graciela y a quien ellos reconocen autoridad moral para hacerlo. Cuando el dictador es ajusticiado, el amigo de exilio de Cundo llega a ser Presidente de la República y lo nombra Ministro de Relaciones Exteriores. Su hijo Cristian tiene un duelo con un joven que llama a Cundo "vende patria" porque éste está manejando el empréstito internacional, que ha causado el derrumbe económico del país. Matías demuestra la vigencia de sus intenciones de cumplir con el requerimiento de la madre, solicitándole al padre que le permita formarse fuera del país, puesto que la educación y la cultura en éste están muy por debajo de sus ambiciones y las de su madre.
Deponen al gobierno de su amigo, y Cundo debe exiliarse con su familia. Lo hace en una isla vecina. Estando allí, los gobiernos de su país lo requieren como diplomático para que haga servicios a su país. Lo nombran en Holanda, y él aprovecha para visitar a su hija en París. Se da cuenta que la jovencita es una extraña que acoge al padre por las posibilidades que éste muestra de ofrecerle una vida entre diplomáticos, de mayor categoría que la clase media que le ofrece su madre, casada con un ingeniero. Cundo decide iniciar la reivindicación de Graciela publicando sus obras completas; se encuentra con la resistencia de Matías; éste considera que algunos escritos de su madre no tienen suficiente valor para ser reconocidos internacionalmente. El enfrentamiento entre padre e hijo muestra la poca capacidad de Cundo de manejar estas situaciones familiares. Para solucionar el impase, Cundo recurre a la antigua amante a la que pide consejo. Siempre necesitará de una mujer para que lo oriente en la vida.
Los norteamericanos prácticamente manejan la economía de su país. Quieren obligarlo a que se convierta en un Protectorado, pero los presidentes se niegan a ello. Eligen de nuevo Presidente a su amigo en el exilio, y éste lo encarga de una misión diplomática. Cundo se da cuenta de la situación inestable del gobierno de su amigo cuando va a visitar al Ministro de Guerra que no es otro que el insurrecto para quien él consiguió amnistía, un hombre que ambiciona el poder ahora como antes. Le hace prometer que apoyará siempre al Gobierno, y éste le responde con una anécdota ambigua. Cundo lleva a cabo su misión, vuelve a su casa en la otra isla, entonces lo llaman para que sea el Presidente de un gobierno interino, ya que su amigo renunció por no aceptar el chantaje de los norteamericanos que ofrecen ayudarlo a vencer a su Ministro de Guerra (que ha dado un golpe de Estado), a cambio de que ceda a sus requerimientos.
Cundo acepta la Presidencia y se encuentra con una situación inmanejable, ya que es evidente que los norteamericanos quieren ocupar el país con un gobierno que ellos puedan dirigir. Hace amistad con el ministro norteamericano a cargo de los asuntos civiles de la Legación y de su esposa, con la que intima y consigue revelaciones que le dan esperanza de que podrá cumplir con su proyecto político de instaurar un gobierno positivista, como el que Graciela soñó. Pronto se da cuenta de que esto no ocurrirá. Sin embargo, la naturaleza se encarga de ayudarlo. Un maremoto estrella un acorazado norteamericano contra los arrecifes, y el Almirante a cargo de los aspectos militares, ante el arrojo de los nativos que ayudan a rescatar a los náufragos, decide apoyar al gobierno de Cundo. El militar es inmediatamente sustituido, los norteamericanos ocupan el país, y Cundo debe volver al exilio.
Cundo logra que varios países amigos lo reconozcan como Presidente en el exilio y forma una Comisión Nacionalista a la que preside. Va a la Argentina, con la seguridad de que tendrá una entrevista con el Presidente de allí. Cuando llega, esperando que Matías lo reciba en el puerto, pero no lo ve. Se encuentra con una reportera porteña que lo trata con familiaridad y lo atrae sexualmente, a sabiendas de que ya está muy viejo para poder conquistar una mujer como ésa. Encuentra a Matías con la esposa en una clínica donde tienen internado al hijo pequeño, que ha sido atacado por una enfermedad desconocida. Bajo la protesta de Matías, que mantiene su vieja rivalidad con el padre, Cundo diagnostica que esa enfermedad es muy peligrosa y que el niño debe ser tratado enseguida. Debido a un accidente masivo, los médicos del hospital no pueden atender a todos los pacientes, y el médico de cabecera del hospital viene a reconocer que el diagnóstico de Cundo es adecuado cuando ya se ha perdido tiempo en tratarlo. Cundo consigue del Presidente que hará pública su política de apoyar la independencia de los países del continente y, en especial, la de su país. La reportera llama a Cundo para decirle que hay un norteamericano que lo sigue y con el cual ella ha hecho contacto, ¿podría juntarlos para hacer un reportaje? Cundo lo piensa. Vuelve donde Matías y lo encuentra decaído; ya han desahuciado al niño. Es un momento emocional en el que padre e hijo aceptan el valor personal de cada uno y su lealtad a Graciela, el padre tratando de reivindicar su proyecto político, y el hijo, el cultural, un homenaje de reconocimiento a la mujer que los ha guiado, aún después de muerta, para que sus vidas tengan significado. El Presidente, en su discurso público, no cumple con la promesa a Cundo, y éste se da cuenta que ha influido la presencia del norteamericano. Va a la cita con la reportera y enfrenta al hombre. Lo empequeñece con sus palabras, pero para la reportera lo único que el intercambio significa es que ha conseguido la noticia que la hará salir en todos los periódicos del mundo: el norteamericano acepta que su país debe abandonar la ocupación del territorio ajeno. Para Cundo, un diplomático avezado, esta revelación no tiene trascendencia, pues sabe que la desocupación se hará bajo las condiciones del más fuerte y que su país no saldrá nunca de esa dependencia. Aún así, continúa en su lucha por liberar a su país; se monta en el barco hacia otro país en busca de apoyo, con la satisfacción de que Matías ya no es su oponente frente a Graciela; cada uno ha establecido su relación con ella. Una victoria pírrica.
Mucho tiempo después, el país reconoce los esfuerzos patrióticos de Cundo poniendo su nombre a una calle. Sin embargo, en la ceremonia de inauguración, a quien realmente proclaman los presentes es al dictador de turno. Su país aún sigue sin haber logrado el proyecto político que Graciela y él ambicionaron. Para colmo, la manera de reconocer el valor nacionalista de Cundo es a través de Graciela; un coro de estudiantes recita sus poemas patrióticos, una estratagema sólo posible donde los valores morales se utilizan para encubrir la vileza humana.

LOS CONFLICTOS, por hechos ocurridos a los protagonistas:

Cundo maneja una situación que él ha creado al casarse por interés con una mujer mayor en edad y culturalmente muy superior. El conflicto surge cuando éste se da cuenta que nunca podrá alcanzar la elevación moral e intelectual de esta mujer. Su reacción machista lo lleva a traicionarla con otras mujeres y a tratar de igualarla, sino culturalmente, con una profesión de gran reconocimiento social. Ella muere, y la lucha emocional de él queda descabezada, hasta que se da cuenta que la única manera de que su vida tenga significado es siguiendo los proyectos que ha compartido con ella, reivindicándola.

LOS CONFLICTOS, por pasiones contradictorias entre los personajes:

Amor sentimental vs. amor carnal (los sentimientos de Graciela vs. los de Cundo).
Celos (Carmita por Cundo/ Cundo por Matías)
Disminución de los valores de la normalidad frente a los valores del genio (Cristian frente a Matías).
Ambición (Cundo desea igualarse a su hermano Heriberto; casa con Graciela pensando ascender al plano intelectual y cultural de ellos, pero no tiene el talento).

5. LA TECNICA

Según una especialista sobre la novela (2): "En las técnicas actuales predomina la narración, la construcción fraseológica, la preocupación por la estilística y el relato".
Mis novelas Tiempo para héroes y Toda la vida tuvieron un reconocimiento literario incuestionable con la adjudicación del Premio Anual de Novela Manuel de Jesús Galván a ambas. Sin embargo, varios intelectuales de valía, como el novelista Pedro Vergés, el cuentista y ensayista José Alcántara y otros, me hicieron observaciones que iban dirigidas a dos aspectos que podían ser mejorados en mis obras futuras: eliminar el énfasis que yo hacía en el historicismo dando demasiados detalles de la situación política y de los eventos de la época en que transcurrían, y manejar con mayor destreza la estructura lineal de la trama en tiempo y espacio. Cuando planeé SERENATA decidí: primero, que el énfasis estaría en los personajes históricos, en la relación entre ellos y en las motivaciones que los estimulaban, minimizando en lo posible los acontecimientos históricos; y segundo, que rompería la estructura lineal espacio—temporal con las técnicas de la novela moderna.
SERENATA funciona en dos planos paralelos: los monólogos del personaje principal, Cundo, llamados "fabulación", donde no hay tiempo ni espacio; y las narraciones con títulos de fechas (1878, etc.), que son episodios no continuos en el tiempo y el espacio, aunque lineares en su proyección total, y que presentan los acontecimientos (trama) con percepciones de distintos narradores, donde la historia es sólo un marco de referencia que puede o no influir en las emociones y decisiones de los personajes.
El manejo estilístico es distinto en el monólogo y los episodios. En el primero, se utilizan frases sencillas, pero de aliento poético donde aparece la metáfora como elemento fundamental; en los segundos, la narración es descriptiva, realista; la metáfora, si aparece, es sólo circunstancial. El contraste crea un clima interesante, donde el lector percibe motivaciones que lo alientan a seguir las narraciones, después de un paréntesis emotivo con las fabulaciones, o, por lo contrario, lo obligan a descartar la obra, por entender que este mismo contraste lo distrae y le impide la concentración en lo que lee.
De aquí se colige que la técnica fundamental utilizada en SERENATA es su construcción, adoptando un manejo técnico moderno, que obliga al lector a establecer relaciones entre ambos planos, y que provoca su interés o su rechazo.

6. LAS VOCES DE LOS NARRADORES

Se utilizan la primera, segunda y tercera persona, cada una adjudicada a un narrador en función a la relación del personaje principal (Cundo) con los acontecimientos, y a los planos espacio—temporales establecidos en la construcción de la novela.
Las fabulaciones están en primera persona, y el narrador es Cundo. El personaje principal expresa directamente sus percepciones y sentimientos sobre una situación conflictiva que él ha creado y que trata de minimizar con sus reflexiones, que justifican sus actuaciones, sean éstas positivas o negativas. Se trata de su relación con una mujer que él traicionó despertando en ella un amor que él no sentía por igual y buscando otras mujeres para satisfacer su sexualidad. Esa mujer él no la puede descartar, porque ha sido fundamental en su vida.
Las narraciones están en segunda y tercera persona.
La segunda persona se usa en una especie de diálogo entre el narrador omnisciente y el personaje principal, Cundo. El narrador conoce perfectamente al personaje, describe los acontecimientos que le han ocurrido de manera normal, y señala las reacciones que éste ha tenido, sin sermonearle. Este diálogo puede considerarse un monólogo del personaje principal consigo mismo, excepto en la narración titulada 1959, en que es obvio que quien se dirige a Cundo es el narrador omnisciente. De esta manera se logra tener una percepción del personaje visto por él mismo, sin ambigüedades, como ocurre en las fabulaciones.
La tercera persona se usa para narradores que expresan sus sentimientos y percepciones sobre lo que hace y dejan de hacer los personajes principales (Cundo y Graciela), contribuyendo a que la construcción fraseológica del episodio quede matizada por la personalidad del personaje que cuenta la acción. Así, en el episodio 1890, en París, con narraciones paralelas de Prim, el joven negro que llega a París con la idea de parrandear y vivir la buena vida, y Cristian, el niño normal empequeñecido por el genio del hermano, se siente una diferenciación en cuanto a uso del lenguaje, expresiones y lógica del personaje.
La profusión de voces crea un tinglado en el cual se mueven los dos personajes principales, Cundo y Graciela, con interpretaciones que van desde una visión celosa de la situación entre el marido y la mujer, hecha por Carmita, donde Graciela es una víctima irremediable de Cundo por su entrega de amor sin límites, hasta una picaresca de Prim, que, a pesar de tener sentimientos moralizadores por la situación de Cristian y los desajustes de Cundo, los descarta en beneficio de su propio placer.

7. EL DIALOGO

Mantiene las características tradicionales de intercambio entre personajes, con caracterizaciones de acuerdo a la personalidad y procedencia de cada uno. Se utiliza continuamente para romper la posible monotonía realista de la narración.

8. COMO EL AUTOR DA A CONOCER LOS PERSONAJES

El primer episodio, "1878", es una presentación de la personalidad del personaje principal masculino, Cundo, y el segundo, "1882 (A mitad de año)", del personaje principal femenino, Graciela.
En "1878" se presenta a un joven frente a un espejo, enamorado de sí mismo, que se propone cumplir con un requerimiento, no de su agrado, que le ha impuesto su padre. A través de las situaciones, de los juicios del narrador y del diálogo, el lector entiende que Cundo está dispuesto a cumplir con las apariencias moralizadores de la sociedad, aunque se resienta; a enfrentar situaciones enojosas, aunque preferiría no hacerlo; y a satisfacer sus ambiciones, aunque tenga que sacrificarse para ello.
En "1882 (A mitad de Año)", se tiene a una mujer, intelectual de fuste, en dos momentos paralelos de su vida, cuando conoce al hombre que será su esposo, y cuando, ya casada con éste, espera su regreso de un viaje. En la primera instancia se muestra a la mujer decidida, segura de sí misma, alegre, inclinada al humor, consciente de su haber, que, sin embargo, no deja entrever sus emociones más íntimas. En la segunda instancia, se presenta a la mujer entregada al esposo en cuerpo y alma, alterado su ego por sus emociones, que, frente a su hermana, admite su debilidad como mujer al aceptar que ama demasiado al marido, con una intensidad dañina que transforma toda su vida y la mantiene anhelante.
En los otros personajes que actúan como narradores, se subraya la característica de su personalidad que más afecta la percepción que estos tienen de los personajes principales.

9. EL ESPACIO Y EL TIEMPO

El espacio y el tiempo en las fabulaciones no existen. El narrador se coloca en un plano imaginario desde donde puede contemplar una aparición (Primera fabulación) o filosofar sobre la vida más allá de la muerte (Fabulación póstuma), interpretar las causas que lo hacen cómo es (Octava fabulación ) o describir sus sentimientos (Séptima fabulación).
En los episodios narrativos el espacio y el tiempo son concretos. Los acontecimientos ocurren uno tras otro, en secuencia lógica, en tiempo definido. En algunos, se da el flashback o retraimiento al pasado, pero en éste también el tiempo y el espacio continúan su lógica y su definición.

10. OTRAS CARACTERISTICAS DE SERENATA

El uso emocional de conceptos científicos contemporáneos, como la teoría cosmológica de que el universo que conocemos se convertirá en un agregado de partículas de electrones, positrones, fotones y neutrinos, y no se retraerá, como plantean los teóricos del "big bang", la gran explosión.
Algunos de los recursos técnicos se copian de la literatura norteamericana:
De James Michener, en The novel, iniciar y terminar el episodio en medio del párrafo, lo que indica que ese episodio tiene antecedentes y tendrá consecuencias; es un trozo de vida sacada para ilustrar una situación, en la visión y experiencia del narrador.
De John Steinbeck, en Molly Morgan, poner los flashbacks en cursivas y con márgenes, para dramatizar su diferencia con lo que ocurre en la realidad, en ese momento.
No se mencionan el país ni las ciudades. Se trata de una isla antillana, que los que conocen a la República Dominicana saben que es ésta; y de sus ciudades, la capital (Santo Domingo), un pueblo pequeño (Cotuí), uno más grande (Santiago), un puerto al norte (Puerto Plata), etc. Se persigue diluir el sentido de lo lugareño para presentar una situación universal, que no tiene ubicación específica.
Cuando se nombran las ciudades (París, Londres), se señalan sus características más conocidas, para ubicar rápidamente al lector, sin entrar en detalles que no tienen que ver con los acontecimientos y que sólo mostrarían los conocimientos en geografía del AUTOR.

(1) Heureaux hijo, Ulises, "El helado", en la compilación de Max Henríquez Ureña Veinte cuentos de autores dominicanos, Santo Domingo, Editora Corripio, pp. 89-97.
(2) Cohan, Silvia Adela, Cómo se escribe una novela, España, Plaza & Janés Editores, 1998.

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