Friday, September 24, 2010

11 Taller de novela en Salcedo, 2006


Raimundo Garrido, Bruno Rosario Candelier y Miguel Solano en el patio de la Casona

TALLER DE NOVELA
ATENEO INSULAR

INFORME-CRONICA
4 de mayo de 2006

Por Manuel Salvador Gautier

A. INICIATIVA
La iniciativa de realizar un Taller de Novela para los miembros del Ateneo Insular la tuvo el poeta y narrador (de cuentos breves) Jaime Tatem Brache, quien, desde hacía tiempo, había manifestado la conveniencia de que los ateneístas trabajaran la narrativa, particularmente, la novela. A principios de enero de 2006 habló sobre el asunto con Manuel Salvador Gautier, quien tiene en su haber la publicación de siete novelas y tres premios literarios de novelas, y determinaron que Gautier redactaría un Programa para el Taller.

B. PROGRAMA
A los pocos días de tratar el asunto, Manuel Salvador Gautier presentó a Tatem Brache el Programa para el Taller, y lo discutieron. El resultado es el Programa que fue aplicado del 21 al 23 de abril en Salcedo (Ver Invitación). Gautier concibió una actividad participativa, donde no hubiera un conferencista que tratara los distintos aspectos a manejar en una novela, sino que fueran los mismos participantes quienes los explicaran para, de esa manera, involucrarlos en el asunto. Este Programa incluyó una contribución de RD$1,000.00 para cubrir gastos tales como comida, copia de documentos, y demás, que fue preparado por Tatem Brache. Los dos dirigentes del Ateneo combinaron entonces presentar el Programa al Dr. Bruno Rosario Candelier, Presidente del Ateneo, para su aprobación. La idea de Tatem Brache era proponerle al Presidente del Ateneo la realización del Taller durante la Semana Santa, del 14 al 16 de abril de 2006. Durante el encuentro de diciembre, en la Colina Interior, el mismo Tatem Brache había propuesto que en esa semana los dirigentes del Ateneo hicieran un retiro espiritual en el que trataran de compenetrarse con la naturaleza y el ambiente solemne alrededor de la Colina Interior. Tatem Brache propuso un retiro de pocas personas, pero la propuesta fue aprobada para todos los miembros del Ateneo que quisieran asistir. Más tarde se consideró que este retiro sería inaplicable por dos razones: primero porque el dueño de la Colina Interior, Pedro Gris, manifestó su intención de venir a la Colina con su familia durante esos días de asueto; y segundo porque la gran cantidad de personas que aplicaron para asistir al retiro no garantizaba el ambiente de espiritualidad que se deseaba lograr. Tatem Brache consideró que el Taller de Novela podía darse durante esos días y lo consultó con Gautier, que lo respaldó.

C. APROBACION
El Presidente del Ateneo, Dr. Bruno Rosario Candelier, dio su aprobación para la ejecución del Taller de Novela con participación exclusiva de los dirigentes del Ateneo, aunque más tarde se aceptaron miembros que no lo eran. Se determinó que se haría en el encuentro de mayo que estaba programado en Salcedo, ya que definitivamente la Colina Interior estaría ocupada por la familia de su dueño, Pedro Gris. El taller se fijó del 19 al 21 de mayo. Tatem Brache, dirigente del Ateneo en la ciudad de Salcedo, se haría responsable de buscar la sede para el Taller y se ocuparía de resolver toda la logística que se requiere para un encuentro de ese tipo. Ya en el encuentro de octubre de 2005 lo había hecho con suma eficiencia.
Tan pronto se fijó el Taller en Salcedo, Gautier manifestó su deseo de que se hiciera en la casona de la familia de Raimundo Garrido, en las afueras de la ciudad, camino a Ojo de Agua, donde había estado hacía ya algunos años en un encuentro del Ateneo, y la consideraba la sede ideal para el Taller por la belleza del lugar y el aislamiento, que, idealmente, servirían de aliciente a los participantes para concentrarse en las tareas que requería el Taller. La propuesta de Tatem Brache y Gautier era de pocos participantes, unos diez en principio y unos catorce al máximo, que podían ser ubicados en la casona si se conseguían unos colchones para distribuir en uno de los dormitorios. Tatem Brache estuvo de acuerdo en procurar esa sede y comenzó la tarea de localizar a Garrido con el fin de lograr su anuencia para el uso propuesto.

D. PREPARACION
La obtención de la casona resultó una tarea más difícil de lo previsto. Por una razón u otra, Tatem Brache no lograba localizar a Garrido. En febrero, antes de la puesta en circulación del libro de poemas de Tatem Brache, Rituales de la lluvia, el día 23, Tatem Brache y Gautier hicieron una visita a la Feria Ganadera, y por pura casualidad, en uno de los pabellones dedicados a la agricultura, encontraron a Garrido, que aprobó la solicitud tan pronto se le explicó el caso. Había sede.
Gautier preparó copias de la Invitación para distribuir entre los dirigentes del Ateneo Insular que fueron al encuentro de Montecristi, del 4 al 5 de marzo. Allí, Tatem Brache y Gautier tuvieron un turno para explicar los objetivos y el desarrollo del Taller (Ver Invitación). Durante esta explicación, se cambió la fecha del Taller del 19 al 21 de mayo al 21 al 23 de abril, ya que Arsenio Díaz, a cargo del encuentro en Puerto Plata para abril, solicitó que se pospusiera para mayo, y Tatem Brache consideró que no había ningún problema en adelantar para abril la fecha del Taller. La propuesta suscitó inmediatamente gran interés entre los miembros del Ateneo, y varios de los dirigentes manifestaron su intención de asistir. Debía sacarse copia a los dos documentos básicos para usar en la preparación del Taller, el libro de Silvia Adela Kohen, Cómo escribir una novela, que serviría de texto, y el ensayo de Emilio Díaz Balcárcer, La visión del mundo en la novela, que orientaría al participante en cómo hacer la evaluación de una novela. Además, había que comenzar a realizar otros gastos propios del manejo administrativo del Taller. Para inscribirse, se solicitó a los interesados que entregaran los RD$ 1,000.00 que se requerían como aporte. Lo hicieron Carmen Pérez Valerio, Miguel Solano, Blas Jiménez, Arsenio Díaz, Carmen Felipe, Mónica Galleano Lehman y Romina Bayo. Rafael Ciprián manifestó su interés en participar, pero prometió entregar el dinero durante la semana siguiente, en Santo Domingo. A estos participantes se les asignaron inmediatamente los aspectos que debían tratar en el desarrollo de la Teoría de la Novela. Con esta inscripción, el Taller quedó garantizado, ya que se cubrieron los ocho aspectos que debían tratarse y algunos más previstos. Fueron los siguientes:

1. Bruno Rosario Candelier: Vivencias en la escritura de sus novelas
2. Manuel Salvador Gautier: Vivencias en la escritura de sus novelas
3. Rafael Ciprián: Aspecto 1, La intención del autor
4. Carmen Felipe: Aspecto 2, El tema
5. Romina Bayo: Aspecto 3, El argumento o trama: conflicto
6. Blas Jiménez: Aspecto 4, El narrador
7. Jaime Tatem Brache: Aspecto 5, Los personajes
8. Carmen Pérez Valerio: Aspecto 6, El espacio y el tiempo
9. Miguel Solano: Aspecto 7, La técnica en la novela
10. Arsenio Díaz: Aspecto 8, La preparación de la novela con recursos como guiones, diagramas, síntesis, esquemas, notas, observaciones, otras.
11 . Mónica Galleano Lehmann: Aspecto, Qué es una novela

A partir de entonces Gautier se ocupó de sacar las copias de los documentos previstos y de hacerlos llegar a los participantes comprometidos. Con este fin, trató de comunicarse con Ciprián por teléfono, luego por e.mail, pero no logró hacerlo. Pasado el tiempo y dada la imposibilidad de contactar a Ciprián, se consideró asignar a otro participante el aspecto que debía manejar, y se apoderó del aspecto a Rafael Santos, quien pertenece al círculo literario que promueve Tatem Brache en Salcedo. Ciprián, finalmente, no participó en el Taller.

La Casona de la familia Garrido, en las afuera de Salcedo

Antes del encuentro en el Santo Cerro, del 25 al 26 de marzo, se definió la participación en el Taller de otros miembros del Ateneo y de algunos invitados. Desde su inicio, se había invitado a Raimundo Garrido, propietario de la casona donde se haría el encuentro. Tatem Brache quiso incluir otro miembro de su círculo literario, a Romeo Blanco, quien se encontraba en el proceso de corregir una novela. El Dr. Bruno Rosario Candelier invitó a la señora Clara Jorge Ramírez, quien hace en España un doctorado en letras, tomando como tema el Interiorismo, y se encontraba de vacaciones en el país. La señora Jorge quería conocer a los dirigentes del Ateneo.
En el encuentro del Santo Cerro, el Presidente del Ateneo abrió el Taller a todos los miembros que quisieran asistir y, en particular, a los dirigentes que aún no se habían inscrito, e invitó personalmente a Guillermo Pérez, Altagracia Pérez y Graciela Pérez. Fueron incluidos además el Prof. Rafael Hernández y Ángel Rivera Juliao. Tatem Brache y Gautier decidieron invitar a Henry Santos, el anfitrión del encuentro del Santo Cerro, por la magnífica manera en que recibió a los ateneístas en esa sede. Con estos nuevos miembros, el grupo de participantes al Taller se amplió a 21 personas.
Durante la semana que siguió al encuentro, el Dr. Bruno Rosario Candelier habló con Taten Brache para que tratara de conseguir otra sede donde el grupo pudiera desenvolverse mejor. En la casona 21 personas no cabrían y había apenas dos baños para uso de hombres y mujeres. El Presidente del Ateneo recomendó obtener la Casa de Retiro Santa Mónica, donde se había efectuado el encuentro de octubre de 2005, que garantizaba amplios espacios, camas y baños individuales para cada uno. El cambio, sin embargo, era decepcionante, puesto que esta Casa está metida en medio de la ciudad de Salcedo, y el patio que tiene es árido y poco atractivo. Al discutir el asunto, Tatem Brache y Gautier trataron la posibilidad de usar las dos sedes, una para dormir y cambiarse de ropa, y la otra para estar; pero la logística de llevar y traer 21 personas de un lado a otro era demasiado enojosa y, en principio, se descartó.
Tatem Brache comenzó las diligencias para obtener la sede de la Casa de Retiro. No se logró enseguida. El dirigente averiguó que la Casa aparentemente no estaba comprometida para ese fin de semana, pero tenía que confirmarlo con el sacerdote encargado de su administración. Consiguió hacerlo días después de iniciar las diligencias. El sacerdote le informó que la Casa no estaba comprometida para el viernes 21 y el sábado 22, pero que sí lo estaba para el domingo 23. La decisión que tomó Tatem Brache fue de alquilar la Casa de Retiro desde el viernes al domingo en la madrugada, para que todos los participantes hicieran allí las tareas del viernes y el sábado, durmieran y comieran, y salieran el domingo en la mañana para desayunar y comer en la casona de la familia Garrido y completaran las tareas del Taller. Esto significaba un trabajo logístico enorme, pues había que limpiar, organizar las tareas de cocina para desayuno, comida y cena, y asegurarse de que hubiera electricidad en las dos sedes, una tarea que Tatem Brache realizó brillantemente, sin desperdicios y sin ningún tipo de inconvenientes. El logro de Tatem Brache fue hacer creer a los participantes que todo parecía fluir de manera natural, sin ningún esfuerzo. El resultado de este cambio, en realidad, resultó mejor de lo esperado. El enclaustramiento al que se vieron sometidos los participantes en la Casa de Retiro hizo que la estadía el domingo en la casona de la familia Garrido fuera todavía más atractiva.
Dos semanas antes de iniciarse el taller el Dr. Bruno Rosario Candelier recomendó la incorporación de Patricia Minalla, la cual fue debidamente contactada y a quien se le hizo copia de los documentos. Minalla no pudo asistir al evento. Tampoco asistieron Ángel Rivera Juliao, Raimundo Garrido, Romeo Blanco, Henry Santos, Graciela Pérez y Clara Jorge Ramírez.
El número de participantes quedó reducido a 15, que fueron: Bruno Rosario Candelier, Presidente del Ateneo Insular, de Moca; Manuel Salvador Gautier, Director del Taller, de Santo Domingo, Jaime Tatem Brache, Co-organizador, de Salcedo; Carmen Pérez Valerio y Altagracia Pérez, de Santiago; Miguel Solano, Simona Pytlova y Blas Jiménez, de Santo Domingo; Guillermo Pérez, Arsenio Díaz y Carmen Felipe, de Puerto Plata; Rafael Santos, de Salcedo; Rafael Hernández, de La Vega; y Mónica Galleano Lehmann y Romina Bayo, de Higuey.
Gautier recolectó trece mil pesos (RD$ 13,000.00) entre los participantes, de los cuales unos tres mil se gastaron en copias de documentos y otros gastos. Tatem Brache dispuso del resto para la provisión de comida y demás. El costo total del Taller fue de una suma no revelada por Tatem Brache, que debió sobrepasar en una buena cantidad a lo recolectado. Esto sin contar con los gastos no contabilizados en los que incurrieron Tatem Brache y Gautier (llamadas telefónicas, transportación en diligencias, otras). Tampoco en los que incurrieron los participantes por su cuenta. Entre los imprevistos estuvo el costo de alquiler de la Casa de Retiro Santa Mónica para el viernes 21 y el sábado 22 por la noche. La diferencia entre lo recolectado y lo gastado la puso el anfitrión, Tatem Brache.
El 9 de abril Gautier comenzó a enviar a los participantes documentos de apoyo al Taller. El primero apareció en la Página Web de “MediaIsla”. Gautier leyó los dos cuentos escritos por Eloy Martínez, y le parecieron tan curiosos que decidió enviarlos a los participantes. Luego recibió de Jean Suriel el trabajo de García Márquez. Fue entonces que Gautier decidió abrir un intercambio con los participantes, documentándolos con distintos aspectos del quehacer literario para obtener de ellos sus pareceres. De Jean Suriel también recibió el cuento de Borges. Los demás documentos los consiguió entrando a Google en Internet con la frase “Teoría de la novela”. Gautier escogió documentos representativos y variados, con el fin de que sirvieran para orientar a los participantes. Aparecen teorías de la novela contradictorias, como lo son las de Vargas Llosa y Kundera; cuentos experimentales como los de Eloy Martínez y mal estructurados como el de Borges. Hay información sobre distintos tipos de novela, como la negra, la que maneja lo real maravilloso y la narrativa de género, en este caso, la de la mujer. Tratan sobre escritores paradigmáticos o sobre temas que servirían para el desarrollo del Taller.
Los documentos enviados fueron los siguientes:

1. Dos cuentos de Tomás Eloy Martínez, autor de la novela Santa Evita, enviado el 9 de abril (“mediaIsla”)
2. “Manual para ser niño”, de Gabriel García Márquez, enviado el 10 de abril (Jean Suriel)
3. Ensayo de Birgen Angvik, titulado "La teoría de la novela de Mario Vargas Llosa y su aplicación en la crítica literaria" de su libro La narración como exorcismo. Mario Vargas Llosa, obras (1963-2003), enviado el 12 de abril (Google)
4. “Análisis de la novela”, notas de A. Robert Lauer, enviado el 15 de abril (Google)
5. Fragmentos del libro El Telón, de Milán Kundera, en los que autor presenta una “Teoría de la novela”, enviado el 16 de abril (Google)
6. “El Evangelio según San Mateo”, cuento de Jorge Luis Borges, enviado el 17 de abril (Jean Suriel)
7. "Cómo se escribe una novela negra (¿Se puede freír un huevo sin romperlo?)”, por Mariano Sánchez Soler, enviado el 18 de abril (Google)
8. “La poética de lo real maravilloso americano. Un esfuerzo por develar su asombro”, por Leonardo Sancho Dobles, enviado el 19 de abril (Google)
9. “Virginia Woolf: un tributo a la perseverancia”, por América Díaz Smith, enviado el 20 de abril (Google)

Miguel Solano envió un e.mail desde el extranjero, informando que posiblemente no podría asistir al Taller. En la tanda de Teoría de la Novela, Solano tenía asignado el aspecto “Técnica en la novela”. Gautier decidió no correr el riesgo de que no pudiera venir definitivamente, y asignó el aspecto a Altagracia Pérez, quien tenía a su cargo desarrollar el aspecto “El uso de la técnica en la novela La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa”.

EJECUCION
Primer día
El 21 de abril a las 10:00 a. m. Tatem Brache esperó a los participantes en la Biblioteca María Teresa Brito, en Salcedo. Llegaron puntuales el Dr. Bruno Rosario Candelier y el Prof. Rafael Hernández, que, al constatar la no concurrencia de los demás, volvieron a sus respectivas ciudades, Moca y La Vega, para regresar por la tarde, a las 3:00 p. m., al inicio de la tanda sobre la Teoría de la Novela. Cerca de las 11:30 a. m. llegó Gautier; encontró en la puerta de la Biblioteca a Sabina Tatem Brache, hermana de Tatem Brache, quien le informó que su hermano había salido a hacer unas diligencias pero que volvería pronto. Un poco más tarde arribaron Miguel Solano, Simona Pytlova, Mónica Galleano Lehmann y Romina Bayo. Poco tiempo después lo hizo Blas Jiménez. La Biblioteca iba a ser inaugurada de nuevo ese día, después de ser acondicionada con computadoras y otros servicios, y había un movimiento inusual en el arreglo de su fachada y del salón de conferencias, donde esperaban los participantes. Tatem Brache se presentó y condujo en caravana a los demás participantes, a la Casa de Retiro Santa Mónica. Allí se acomodaron en varios salones dormitorios. Comieron en el Salón de Reuniones, y esperaron el inicio de la tanda de la tarde. Fueron llegando Arsenio Díaz, Carmen Felipe y la niña Maya Díaz, el Dr. Bruno Rosario Candelier, Carmen Pérez Valerio, Guillermo Pérez, Altagracia Pérez, el Prof. Rafael Hernández, y, finalmente, cuando ya los demás estaban reunidos para iniciar la tanda de la tarde, Rafael Santos.

Bruno Rosario Candelier y Manuel Salvador Gautier, reunión en la Casa de Retiro Santa Mónica, en Salcedo

Debido a la llegada tardía de algunos participantes y con el fin de darles oportunidad para que se instalaran y comieran, el Taller comenzó alrededor de las 4:30 p. m. Abrió el Taller el Dr. Bruno Rosario Candelier, Presidente del Ateneo Insular, quien dio la bienvenida a todos los presentes y deseó que los objetivos del Taller se cumplieran. Luego le tocó el turno al Director del Taller, Manuel Salvador Gautier.
Gautier corroboró lo que ya había planteado en la Invitación, de que no aceptaría ninguna interferencia a los exponentes de parte de los participantes con diálogos entre ellos, interrupciones ociosas y demás fuentes de distracción, que se da mucho en reuniones entre personas independientes no acostumbradas a mantener una disciplina para cumplir con un horario programado de intervenciones. Manifestó que daría los turnos previstos a los exponentes de los ocho aspectos programados para la tanda y que sería muy rígido en conceder turnos a los participantes cuando se abriera el debate sobre cada aspecto tratado. Este planteamiento de orden parlamentario no fue muy bien recibido por los participantes; y aceptado finalmente a regañadientes.
Para iniciar la tanda sobre la Teoría de la Novela, le tocaba el primer turno a Rafael Santos con el aspecto “Intención del autor”. Santos informó que no había podido completar su trabajo, pero que podía exponerlo al día siguiente. Gautier respondió que si no podía hacerlo en ese momento, no habría oportunidad en otro, y pasó al segundo exponente, Carmen Felipe, con el aspecto “El tema”. Felipe repartió copias de un índice del aspecto que desarrollaría, hizo su exposición, y luego vinieron las preguntas. Siguió de igual manera Romina Bayo con el aspecto “Argumento o trama: el conflicto”. La tanda se interrumpió un poco después de las seis, para descansar y cenar a las 6:30 p. m., y luego reiniciar a las 8:00 p. m. A esta hora expuso Blas Jiménez el aspecto “El narrador”; luego debía exponer Jaime Tatem Brache con el aspecto “Los personajes”, pero manifestó que no había podido elaborar su exposición. El Dr. Bruno Rosario Candelier propuso entonces que este aspecto se discutiera en base al conocimiento que tuviera de éste cada uno de los participantes, y Gautier dio turnos a cada uno. Siguió Carmen Pérez Valerio con el aspecto “El espacio y el tiempo”, una excelente exposición que le ganó las felicitaciones del Dr. Bruno Rosario Candelier. Durante su exposición Pérez Valerio repartió copias de un cuento titulado “China” y lo leyó en parte, para demostrar en la práctica lo que había expuesto en teoría. Siguieron Altagracia Pérez con el aspecto “La técnica en la novela” y Arsenio Díaz con el aspecto “La preparación de la novela con recursos como: guiones, diagramas, síntesis, esquemas, notas, observaciones, otras”. Concluida la presentación y discusión de los aspectos programados sobre la Teoría de la Novela, se le dio turno a Mónica Galleano Lehmann para que desarrollara el aspecto “Qué es una novela”, que una vez presentado no tendría discusión. La tanda terminó alrededor de las 10: 30 p. m.
Durante el desarrollo de la tanda, tanto las exposiciones como la discusión de los aspectos estuvieron al más alto nivel literario. La disciplina requerida por Gautier logró que los aspectos se expusieran y discutieran dentro del tiempo previsto, y los participantes entendieron que, después de todo, el requerimiento había sido una buena medida. A partir de ese momento en todas las otras tandas reinó el orden parlamentario sin necesidad de que Gautier lo requiriera.
Mientras tanto, los participantes disfrutaron de las atenciones del anfitrión, Tatem Brache. Tanto la comida como la cena fueron exquisitas. Las señoras que atendían la cocina eran gentiles y colaboradoras, dispuestas a servir al participante con lo que fuera que requiriera, siempre y cuando estuviera a su alcance hacerlo. Se brindó café en todo momento, chocolate, jugos. Se veía a Tatem Brache ir para acá y para allá haciendo diligencias para que todo estuviera bien puesto. Cuando se fue la luz, hubo que buscar al encargado, que no aparecía, y traerlo de donde estaba.

Segundo día
La segunda tanda sobre las vivencias en la escritura de novelas del Dr. Bruno Rosario Candelier y Manuel Salvador Gautier comenzó como prevista, a las 9:00 a. m., después del desayuno. El Dr. Bruno Rosario Candelier hizo una exposición extensa sobre su novela El sueño era Cipango, con recomendaciones pertinentes sobre los aspectos tratados en la Teoría de la Novela. Hubo un intermedio durante el cual se dio un lamentable incidente entre Tatem Brache y Pérez Valerio. Como resultado, y también debido a presiones de su trabajo en Santiago, Pérez Valerio abandonó el Taller. Al reiniciarse la tanda, Manuel Salvador Gautier colocó todos los libros que ha publicado sobre la mesa de trabajo, repartió un documento titulado “Análisis de dos obras de Manuel Salvador Gautier. Serenata e Historias para un buen día”, e informó que trataría sobre las relaciones emocionales que detectó entre los miembros de la familia Henríquez Ureña al leer el Epistolario de esa familia, publicado por la Secretaría de Educación en 1994, basado en las cuales escribió su novela Serenata. La tanda terminó a las doce de mediodía, a las 12:30 p. m. se dispuso la comida y se volvió a la tercera tanda del Taller a las 3:00 p. m.
Los participantes se sentaron alrededor de la mesa del Salón de Reuniones para hacer lo que se les requería como práctica en el manejo de la novela, o sea, demostrar que tenían una idea de la totalidad del contenido de su novela, aplicando cualquiera de los recursos a su disposición, ya fuera una síntesis, un diagrama, otros. También debían iniciar el desarrollo de la novela. Mientras lo hacían el Dr. Bruno Rosario Candelier y Manuel Salvador Gautier llamaban a cada uno de los participantes que les tocó, para discutir lo que había hecho o se proponía hacer.
Algunos de los participantes como Tatem Brache, buscaron inspiración fuera del salón; otros, como Mónica Galleano Lehmann, lo hicieron alejados de la mesa, en el mismo salón.
Antes de las 6:00 p. m. ya varios participantes habían discutido su tarea con el Dr. Bruno Rosario Candelier y Manuel Salvador Gautier y comenzaron a hablar entre sí, molestando a los que aún permanecían trabajando y demostrando lo fácil que caen en la anarquía.
Se cenó a las 6:30 p. m., y a las 8:00 p. m. comenzaron las presentaciones de la noche. Consistieron en tres exposiciones. La primera fue del Dr. Bruno Rosario Candelier, quien al no presentarse Graciela Pérez, a cargo del aspecto “El uso del lirismo en la novela La mosca soldado de Marcio Veloz Maggiolo”, decidió sustituirla, pero para hablar del lirismo en la novela Serenata de Manuel Salvador Gautier y en su propia novela. A continuación habló Guillermo Pérez sobre el aspecto “El uso de un lenguaje común (dominicanismos) en la novela Sólo cenizas hallarás de Pedro Vergés”; y finalmente presentó su trabajo el Prof. Rafael Hernández sobre el aspecto “El uso de las instancias clásica (cosmovisión del griego antiguo) y autóctona (cosmovisión indígena) en la novela Goeiza de Manuel Mora Serrano”.
También las tandas desarrolladas durante este día se dieron al más alto nivel literario, con exposiciones bien logradas e intervenciones sopesadas. A pesar del caos final, los participantes demostraron tomar muy en serio la práctica para intentar definir el alcance y el inicio de sus novelas, y produjeron síntesis e inicios de éstas que prometen mucho.
En una corta reunión que hicieron, el Dr. Bruno Rosario Candelier y Manuel Salvador Gautier decidieron que los cuatro exponentes para presentar sus síntesis e inicios de novela, al día siguiente, serían Altagracia Pérez, Mónica Galleano Lehmann, Guillermo Pérez y Jaime Tatem Brache, por considerar que eran los más representativos de los expuestos ante ambos novelistas durante las discusiones de la tarde. Inmediatamente se les informó, para que prepararan su presentación.
Por la noche, hubo un instante en que pareció que la Casa se quedaría sin electricidad, pues la situación que se dio no fue la del encargado que no estaba cuando vino el apagón, sino que el motor no arrancaba y el destornillador para apretarle una tuerca no aparecía. El Prof. Hernández salvó la noche encontrando en el baúl de su carro un destornillador que alguien había dejado y que justamente era el que se necesitaba.

Reunión en el interior de la Casona

Tercer día
En la mañana del domingo algunos se rezagaron en levantarse y hubo que esperar hasta que todos estuviésemos listos para partir en caravana hacia la estancia de la familia Garrido. Llegamos allí pasadas las 9:00 a. m. Salimos a las afuera de Salcedo y en un corto recorrido, alcanzamos el lugar; entramos por el camino encalichado, alineado de árboles altos, la casa en el fondo, tras un jardín que recordaba un poco el estilo inglés, hermosa, reposada, con su mensaje de inconmensurable belleza que conmovió a todos. Nos esperaba Raimundo Garrido, con su amabilidad de anfitrión complacido, y con el desayuno sobre una mesa al costado de la casa, rodeada de sillas, sillones y mecedoras que lanzaban un coro vehemente de bienvenida. Todos los participantes disfrutaron de la bella arquitectura victoriana de la casona con el patio lleno de flores y árboles, de los interiores con muebles antiguos bien conservados, y del espacio bellísimo en los alrededores con un panorama formado de vegetación y montañas.
Nos sentamos al aire libre, frente a ese espacio puro que se desplegaba ante nosotros, tocado de rica vegetación y bella arquitectura. Fue realmente una impresión estética contundente, después de la encerrona de dos días por la que habíamos pasado, que animó a todos a seguir adelante en el mejor de los ánimos. Gracias, Tatem Brache, Gracias, Raimundo Garrido.
Después del desayuno los participantes se organizaron en la sala de la casona, y comenzó la última tanda del Taller, donde se discutirían las síntesis y los inicios de novela elegidos.
Gautier dio turno a Galleano Lehmann, que expuso el argumento o trama de su novela. El tema principal es la yuxtaposición entre la espiritualidad y el materialismo. Comienza con una mujer imaginada, que representa la espiritualidad, y un hombre, también imaginario, que representa el materialismo. Se da en un lugar legendario, lleno de misterios y asombros. Sigue en la realidad de todos los días con un hombre y una mujer enfrentados con sus compromisos, y termina, de nuevo, en ese lugar de leyenda. La mayor crítica que se le hizo fue la propuesta estereotipada de una mujer que representa la espiritualidad y un hombre el materialismo, en los roles complacientes de una sociedad machista. Se le recomendó a la autora tratar de manejar esa situación de manera que no resulte lesiva al desarrollo de su obra.
Siguió Altagracia Pérez, que explicó el argumento y leyó el inicio de su novela. Se trata de cuatro hermanas que pasan repentinamente de una vida rural a una vida urbana, y de las distintas maneras en que este cambio afecta a cada una. Hubo varias críticas en cuanto al posible manejo light del argumento. Se le previno a la autora que podía caer en el facilismo de una novela rosa, y que debía buscar la manera de evitarlo.
Hubo un tiempo para el refrigerio. Cuando se volvió a la discusión, le tocó presentar su trabajo a Tatem Brache. La novela trata sobre un Maestro y un discípulo que, en el diario hacer de sus disciplinas, han buscado la trascendencia sin encontrarla. El Maestro entrega al discípulo un pergamino antiguo y la traducción que le ha hecho, para que se la digite en computadora; el pergamino contiene historias antiguas en un desierto, posiblemente del Medio o Lejano Oriente, con una mujer como protagonista. El discípulo siente enseguida que la tarea lo llevará a la trascendencia deseada. Tan pronto inicia la digitación de la primera historia, se transporta al lugar y se mezcla con los actores y los sucesos contados; en particular, se enamora de la bella mujer del desierto. Así se irán desarrollando cada una de las historias, que el autor aún no sabe si serán ocho o doce. Las mayores críticas al trabajo giraron hacia el hecho de que no se proponía concretamente la manera en que el discípulo lograría la trascendencia. Se le señaló al autor que por el simple acto de brincar del presente a una región mítica, imaginada, no significaba que la lograría. Se le indicó también que si no conseguía crear una unidad narrativa entre las ocho o doce historias, para que tuvieran un tema definido y un enlace con vasos comunicantes, etc., la obra podía caer fácilmente en ser tan sólo una propuesta de doce cuentos trabados por la historia de la digitación. Tatem Brache comprendió las críticas y manifestó que podía considerarse así en ese momento porque la obra estaba en ciernes, pero que se proponía trabajarla para que no fuera una simple sarta de cuentos, sino una novela donde se presentaba la trascendencia que experimentaban los personajes principales. De hecho, propuso que uno de los cuentos podía ocurrir en una visita del protagonista a un místico, etc.
El último en presentar su trabajo fue Guillermo Pérez. También fue el más celebrado. Se consideró su propuesta auténticamente interiorista, y por lo tanto, el primer aporte novelístico a este movimiento internacional. Antes de comenzar la lectura del inicio de su novela, Pérez explicó que quería enfocarla desde una visión filosófica y reflexiva para elaborar la idea de que la medida de Dios depende del hombre, que supera la realidad religiosa. Según él un hombre de cabeza chiquita tiene un Dios chiquito y viceversa. Dijo que ese era el enfoque que quería dar a su propuesta. El capítulo que leyó comenzaba con dos hombres que asistían a un templo, uno entraba y el otro salía, se miraban pero más nunca volverían a verse. Describía con bastante detalle a cada uno de los hombres, y luego entraba en una reflexión, para después continuar con la acción. El autor manifestó que todavía no tenía totalmente acabada la idea total de la novela; pero que trabajaría en eso. Siguieron las observaciones. Se le señaló al autor la conveniencia de que la descripción que hacía de los personajes no interrumpiera la acción, es decir, que en vez de describir a uno de los personajes diciendo “Fulano era pequeño y blanco”, lo asumiera como “Fulano, pequeño y blanco” y continuara con la acción. Tatem Brache manifestó que la acción también quedaba interrumpida por la reflexión, y consideró mejor presentar toda la acción y luego la reflexión; pero el Dr. Bruno Rosario Candelier entendió que podía hacerse como lo proponía el autor.
El Taller de Novela concluyó con una comida igual de exquisita a las que se habían tenido antes, pero en el marco extraordinario de la casona de la familia Garrido. La despedida llegó, llena de emociones, todos los presentes conscientes de que habían participado en un evento que no olvidarían jamás por su alto contenido literario y por los estímulos que habían recibido para escribir una novela.
Con una sola novela que salga de este Taller, será suficiente para demostrar el éxito obtenido, manifestó Tatem Brache al despedirse de Gautier. Serán más.

F. RESULTADOS
Aún es muy temprano para tener los resultados concretos del Taller de Novela, que deben consistir en la producción de varias novelas: las de Guillermo Pérez, Tatem Brache, Carmen Pérez Valerio, Mónica Galleano Lehmann, Romina Bayo, Carmen Felipe, Altagracia Pérez, Arsenio Díaz, Blas Jiménez, Miguel Solano, Rafael Santos y Rafael Hernández. Irán saliendo, no necesariamente en el orden presentado. El lapso de tiempo que se propone teóricamente para que estén todas terminadas es de cinco años. Sin embargo, las primeras deben estar listas en uno o dos años. ¿Cuáles serán?
Otros resultados son más evidentes.
El Dr. Bruno Rosario Candelier, Presidente del Ateneo Insular, entusiasmado por la manera participativa en que se programó el evento, consideró realizar otros similares en poesía y cuento, y fijó el de poesía para noviembre de 2006, dirigido por Guillermo Pérez.
Durante el tiempo que estuvo en el Taller, Carmen Pérez Valerio logró trascender el material que manejaba para su novela y trazar una trama compleja e interesantísima basada en la historia original que se proponía escribir.
Romina Bayo pudo manejar un material autobiográfico y plasmarlo en una novela de denuncia social y, al mismo tiempo, de trascendencia vivencial.

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