Showing posts with label MSG.Obra Ensayos temas diversos. Show all posts
Showing posts with label MSG.Obra Ensayos temas diversos. Show all posts

Saturday, September 25, 2010

20 Tendencia de la Novela Actual (2009)


Millenium, la obra más popular entre las novelas policíacas actuales

TENDENCIA DE LA NOVELA ACTUAL
Festival VivAmérica
7 al 11 de octubre de 2009

Por Manuel Salvador Gautier

Soy escritor, no crítico literario. Para tratar las tendencias de la novela actual voy a limitarme a exponer cuáles, según los expertos, son éstas, y entonces presentarles mis nociones, muy personales, sobre el tema.

LOS EXPERTOS
Las tendencias actuales que proponen dos críticos españoles sobre la narrativa de su país resultan orientadoras para nosotros, los que hablamos la lengua. Estos dos expertos dicen lo siguiente (1):
Principales tendencias:
No resulta fácil discernir en la nueva narrativa unas corrientes o escuelas definidas; sí es posible, no obstante, identificar ciertas tendencias temáticas. Las más relevantes son estas:

Novela policíaca y de intriga
Se potencia la intriga por medio de esquemas policíacos y otros procedimientos de la novela negra.
Novela histórica
Se hace desde distintos puntos de vista: fabulación imaginaria del pasado, proyección del pasado sobre el presente, aprovechamiento de la Historia para indagaciones intelectuales y ejercicios de estilo.
Novela de la reflexión íntima
Este tipo de narrativa se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia.
Novela de la memoria y del testimonio
La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente.
La metanovela
Consiste en incluir la narración misma como centro de atención del relato.
Novelas poemáticas o novelas líricas
Novela poemática es la que aspira a ser un texto creativo autónomo, acercándose al poema lírico (Sobejano).

Sobre la narrativa latinoamericana escrita en español encontramos los siguientes señalamientos (2):
…Podríamos decir que en la literatura latinoamericana posterior al Boom se comienza a desarrollar una literatura urbana en la cual se abandona al realismo mágico y se comienza a crear las narraciones testimoniales, los relatos de tipo existencial y los que incorporan elementos de la cultura de masas y el habla coloquial.
Mi trabajo ahora sería señalar cuáles de estas tendencias aparecen en la República Dominicana y, quizás, ponderar si existen algunas que no hayan sido establecidas por los extranjeros. Sin embargo, es difícil hacerlo, simplemente porque las tendencias de la novela dominicana fueron analizadas hace veinte años (1988) en un extenso ensayo por el crítico Bruno Rosario Candelier, donde el autor hace un registro del recorrido seguido por la novela dominicana a través de la historia, desde la Colonia hasta la fecha en que se publicó la obra, y, en la actualidad, no existe un trabajo similar sobre los últimos veinte años de novelas publicadas por autores dominicanos. Después de este ensayo, en el país se han publicado anualmente por lo menos veinte novelas de autores dominicanos en lengua española, para una suma de seiscientos novelas (adivino, pueden ser más; hace falta un Miguel Collado que lo verifique). ¿Existen tendencias en estas obras? Es imprescindible actualizar la crítica sobre la novela dominicana. Como escritor, quisiera que mis novelas fueran analizadas, en bien o en mal (en bien preferiblemente), para su difusión y orientación a los lectores (y a los demás críticos, locales y extranjeros, y también a las casas editoras).

MIS NOCIONES
Voy a tratarles algunos aspectos que, entre otros, entiendo influyen en que los escritores, los lectores y los editores dominicanos no tengan orientación sobre las tendencias de la novela actual en nuestro país. Estos son: los críticos literarios, los suplementos literarios en los periódicos y el mercado del libro.
Los críticos literarios
Recientemente, el reputado intelectual Manuel Matos Moquete dictó una conferencia sobre “La crítica literaria en la República Dominicana” en la que propuso la elaboración de una metacrítica discursiva, (es decir), una visión crítica sobre la crítica (4). Esto y el resto que dijo fue para justificar lo que los críticos dominicanos no hacen y deben hacer: crear un cuerpo crítico que oriente a escritores, lectores y editores sobre lo que se está manejando en la literatura dominicana. En esa conferencia estaba la eminente crítica literaria Pura Emeterio, que se adhirió entusiasta a la idea de realizar un evento para tratar esa “metacrítica discursiva”. ¿Podrán Matos y Emeterio vencer la inercia que existe entre los demás críticos dominicanos para que asuman la responsabilidad de hacer lo que les compete?
En nuestro país hay dos críticos de mucha reputación por las obras publicadas, Bruno Rosario Candelier, actual Director de la Academia Dominicana de la Lengua, y Diógenes Céspedes, catedrático universitario, alrededor de los cuales se nuclean otros críticos, tales como el propio Matos Moquete. Hay también críticos independientes que se codean en distintos círculos. Están, además, los intelectuales que escriben comentarios literarios, entre los cuales estoy yo mismo. Con excepción de Rosario Candelier, ningún otro crítico dominicano se ha preocupado en investigar y analizar las tendencias en la novela dominicana.
En 1989, José Rafael Lantigua, actual Secretario de Estado de Cultura y comentarista literario, publicó un artículo titulado “La novela dominicana: esperanzas futuras y tendencias actuales” (5). El último trabajo publicado sobre la tendencia de la novela actual lo hizo recientemente Marcio Veloz Maggiolo (6). Ninguno de los dos autores es especialista en el tema, lo cual no implica que sus trabajos no tengan validez, sólo que son especulaciones de conocedores, no conclusiones de expertos. Entiendo que el experto establece sus criterios y conclusiones igual que un científico, con la investigación y análisis del cuerpo que sustenta su tesis. En nuestro caso, para establecer las tendencias actuales en la novela dominicana el experto tiene que haber leído las novelas que se publican en el país. Si no lo ha hecho, no puede plantear criterios fidedignos, sólo especulaciones o tanteos. Claro, que leer TODAS las novelas es imposible; pero sí puede establecer criterios claros de cómo escogerlas, que no sea por favoritismo como hace la mayoría.
Suplementos literarios en los periódicos
Hasta hace unos años, los periódicos del país tenían suplementos literarios que, en cierta medida, suplían las carencias de una crítica llevada por los expertos. Existía, por mencionar algunos, “Isla Abierta” del Hoy y “Ventana” de Listín Diario que presentaban comentarios hechos por intelectuales. Existía la página literaria “Biblioteca”, de Lantigua, donde se examinaba la producción literaria de la semana, en algunos casos con criterios rigurosos, en otros, mercantiles. El objetivo era poner al día al lector sobre la literatura que se vendía en las librerías con énfasis en la que se producía en el país. Nada de eso hay en la actualidad. Sobrevive la revista “Vetas”, por el esfuerzo de su director, Clodomiro Moquete, con una proyección contestataria y provocadora.

Carmen Barcell, agente literaria de García Márquez y otros autores importantes, ahora dedicada a la venta de libros por Internet

Tendencias en el mercado de libros
Existe la polémica de si las tendencias actuales son resultado de las manipulaciones de las editoras, que exigen y escogen temas que entienden tendrían mayor acogida por el público y por lo tanto mayor venta, o si son resultado de los éxitos inesperados de novelas de categoría como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, que obligó al mercado a aupar al boom. Para mí, existen las dos cosas al unísono. Sin embargo, es notorio cómo periódicos como la versión internacional de El País, de España, se vuelca y promueve una u otra tendencia. En estas últimas semanas en que me he ocupado en informarme sobre las tendencias actuales, he encontrado varios artículos que reiteran dos cosas: primero, lo interesante que resultan las novelas policíacas o de intriga y segundo, cómo progresa la lectura del libro electrónico. Los articulistas no se pierden: coinciden con los críticos y con el mercado y propician que el lector acuda a su llamado. ¿O será que los críticos son los que no se pierden y coinciden con los requerimientos del mercado? En cuanto a los libros electrónicos, encontramos, entre otros, un artículo sumamente interesante, titulado: El avance del libro electrónico. Carmen Barcells Agente literaria. “El libro nunca morirá” (9), en el que nos informamos que la agente literaria que estuvo encargada de hacer publicar las obras de García Márquez, Camilo José Cela, Juan Goytisolo, Bryce Echenique, Manuel Vázquez Montalbán y Vargas Llosa, la Barcells, ha cambiado de trabajo, se pasó al enemigo: ahora apuesta por las nuevas tecnologías, y ha llegado a una alianza editorial que la convierte en una de las líderes del nuevo formato que ya compite con los libros tal como se conocen desde hace más de medio milenio. No hay que decir más. El mercado mira hacia el futuro, hacia las nuevas generaciones que se ven obligados a leer los libros de papel en las escuelas y universidades, pero prefieren pasárselas frente a su computadora.
En la República Dominicana la mayoría de las llamadas editoras publican a quienes pagan sus servicios, por lo que los escritores dominicanos se ven obligados a auto financiar sus obras y a difundirlas. En los últimos años, la editorial internacional Alfaguara se estableció en el país y ha publicado varias obras de autores dominicanos. También lo hizo la Editorial Norma, pero ya se retiró. Hay dos editores dominicanos que hacen un loable esfuerzo por financiar las obras de los autores dominicanos: Miguel Collado con Cedibil e Isael Pérez con Editorial Santuario. Está también la editora oficial de la Secretaría de Cultura. Hasta ahora, ninguna de estas editoras locales repercute de manera decidida en la definición de tendencias, ya que sus líneas editoriales, y la cantidad y el éxito de sus publicaciones no han sido estudiados ni analizados. Podría decirse que existe una cierta política a publicar escritores que tengan alguna influencia en el medio (autores reconocidos, personalidades, periodistas o productores de TV) cuya popularidad los haría mercadeables; pero esto habría que realmente comprobarlo y determinar su validez.

CONCLUSIONES
Ante una situación internacional del mercado muy agresiva en su promoción y una casi anulación de ésta en nuestro país, ¿qué pueden hacer los novelistas dominicanos?
Tengo varias preguntas al respecto.
Primera pregunta: ¿Debemos seguir las tendencias internacionales como las aprecian los extranjeros? Recientemente, se dio un caso muy especial en el Premio Nacional de Novela Manuel de Jesús Galván del año 2008. El jurado premió la novela A la sombra de mi abuelo, de Aida Trujillo, sobre las experiencias familiares de la nieta del dictador Rafael Trujillo con su abuelo, lo cual provocó una protesta entre las instituciones que conmemoran el recuerdo de los miles de torturados y muertos durante el régimen del Dictador. Lo que no nos dimos cuenta es que el jurado, compuesto por dos extranjeros, un mexicano y un salvadoreño, totalmente ajenos a lo que significó esta dictadura para el pueblo dominicano, siguió las pautas de las tendencias actuales de la novela en el extranjero: la novela de la memoria y del testimonio. ¿Hubiera sido distinto el resultado si el jurado hubiese tomado en cuenta las tendencias de la novela dominicana? ¿Pero cómo, si éstas no están establecidas? Esto podría significar que, al no haber criterios dominicanos sobre nuestra novelística, los extranjeros no tienen qué cosa respetar. El resultado de todo esto podría ser: Si los novelistas dominicanos no encausan sus obras dentro de las tendencias reconocidas internacionalmente, no serán reconocidos por los críticos internacionales ni podrán entrar nunca en el mercado internacional.
Segunda pregunta: ¿Debemos seguir los novelistas sin la orientación de la crítica, con una orientación distorsionada del mercado y con poca ayuda de la Secretaría de Cultura? Hasta ahora, las tendencias en nuestro país las ponen los novelistas, que es, hasta cierto punto, como debe ser. Estoy seguro que Jeannette Miller, Marcio Veloz Maggiolo y Pedro Antonio Valdez, por mencionar algunos novelistas que han publicado novelas recientes exitosas, escogieron los temas de sus novelas sin tomar en cuenta las tendencias, simplemente porque ese tema era el que le interesaba tratar. Entonces surge la siguiente pregunta: ¿Debemos los novelistas ignorar las tendencias, dejarlas a las conclusiones de los críticos y a las especulaciones de los conocedores? La respuesta es: sí y no.
El novelista no puede coartarse y obligarse a asumir una tendencia. Debe dejarse en libertad, a la espontaneidad de su creatividad. Sólo así pueden surgir nuevas maneras de formular los mismos temas (según Camilo José Cela en una conferencia que dictó en Santo Domingo hace unos años, son los mismos en todas las épocas: el amor, el odio, la vida, la muerte).
Sin embargo, el novelista debe conocer lo que ocurre en el mundo y en su localidad. Un novelista que en 1950 no se dio cuenta que la novela requería que los temas tratados se hicieran de manera diferente con diferentes énfasis y que el texto exigía el uso de nuevas técnicas que enriquecieran el manejo de su obra, quedó excluido. Hoy día el postmodernismo amplía las posibilidades de la sustentación de una obra. Hay que saber cómo. Un novelista dominicano que hoy se auto censura por no exponer la crudeza de la realidad, pierde su tiempo. Las novelas como Perdidos en Babilonia de José Acosta y Princesa de Capotillo de Luis Santos son exitosas porque detallan hasta la saciedad los intríngulis de submundos particulares.
Una última pregunta tonta, ¿por qué la Secretaría de Cultura no hace más por los novelistas dominicanos (y por los escritores en general) para lograr que se respeten las tendencias que estos establezcan? Con la novela, se limita a dar unos premios anuales que dan reconocimiento al autor pero no a la obra, pues la Secretaría no se encarga de difundirla. Ha organizado algunos talleres sobre la novela muy interesantes, sobre todo el que dio el crítico mexicano Lauro Zavala, hace unas semanas, en los cuales participé; pero son tan cortos y rápidos que el instructor tiene que precipitar toda la información y el oyente no logra siempre digerirla como se debe.
Yo propongo dos cosas:
Primero: Que la Secretaría llegue a un acuerdo con la Universidad Autónoma de Santo Domingo para que se den cursos cortos de uno o dos meses sobre la novela con instructores reconocidos como Lauro Zavala.
Segundo: Que la Secretaría llegue a un acuerdo con una Fundación literaria (o la cree) para que difunda la novela dominicana a través de Internet. Los detalles podrían discutirse porque hay que pagarle al autor la venta de su obra.
Señores, los dejo con estas inquietudes.

NOTAS
1. Los dos críticos son:
Carlos Martínez en el ensayo “La novela actual”. Google:
http://www.kalipedia.com/literatura-castellana/tema/novela-actual.html?x=20070418klplyllic_415.Kes
Y el autor del ensayo“ Novela actual”. Google:
http://www.lenguayliteratura.net/index.php?option=com_content&task=view&id=32&Itemid=61
2. ¿Qué es la narrativa latinoamericana de los siglos XIX y XX y cuáles son sus características?
Google: http://ar.answers.yahoo.com/question/index?qid=20071206165544AAmRjD2
3. Cuadernos hispanoamericanos – No. 509, noviembre de 1992. P. 38.
4. Manuel Matos Moquete. Conferencia: “La crítica literaria en la República Dominicana”. Tertulia Literaria Letras de la Academia. Academia Dominicana de la Lengua. Sábado 15 de agosto de 2009. Blog :
http://tertulialetrasdela academia.blogspot.com
5. José Rafael Lantigua, “La novela dominicana: esperanzas futuras y tendencias actuales”, suplemento de Ultima Hora, Santo Dgo., 4 de febrero de 1989, p. 10.
6. Se supone que salió en septiembre en el Listín Diario, pero no lo he podido constatar. Quien me lo dijo, sin embargo, me merece entero crédito.
7. David Alandate. “Dan Brown pasa del Opus Dei a la masonería”. El País. Sección Cultura. Miércoles 16 de septiembre de 2009. P. 32.
8. J. Ernesto Ayala. “El placer del abismo”. El País. Sección La Cuarta Página. Jueves 3 de septiembre de 2009. P. 25.
9. Juan Cruz. “El Avance del libro electrónico. Carmen Barcells Agente literaria”. El País. Jueves 27 de agosto de 2009. P. 48.

19 Ángela Hernández: Cómo masticar una rosa


ÁNGELA HERNÁNDEZ: CÓMO MASTICAR UNA ROSA Ángela Hernández

Coloquio sobre “La mujer en el cuento dominicano”
Bienal Nacional del Cuento, San Cristóbal 13 junio 2009


Organizada por la Fundación Aníbal Montaño

Por Manuel Salvador Gautier


Hay maneras de hacer las cosas.
Si tienes en tus manos el libro de cuentos de Ángela Hernández Masticar una rosa, debes saber que simplemente mirando su portada para comprobar que existe, luego abriéndolo automáticamente para comenzar a leerlo, no es la manera más indicada de hacerlo.
¿Sabes cómo se mastica una rosa?
No tienes idea. Me lo imaginé.
Primero tomas la rosa con delicadeza por el tallo; la acercas al rostro e inhalas profundamente su perfume; dejas que una brisa lánguida la rodee y la toque como a un arpa milagrosa que lanza efluvios armoniosos apenas audibles; pasas sus pétalos levemente por la tez, para sentir su suavidad; la acercas a los labios, la besas; rozas levemente con la lengua uno de sus pétalos, saboreas su textura, su olor; imaginas que en tus manos, en tus labios vive la promesa de mundos coloridos, vegetales, absorbentes; penetras su misterio y, entonces, tienes que decidir si conservas o destruyes lo que hasta ese momento te embriaga y estremece.
Así hay que leer la obra de Ángela Hernández, su obra poética, narrativa y ensayista: usando todos los sentidos, dejándose llevar, disfrutando y sufriendo con ella sus cotidianidades, sus audacias, sus pormenorizaciones, sus extravagancias.
Pero concentrémonos en su narrativa: en sus cuentos.
En 1985 ocurrió la explosión. Ángela Hernández surge en su diversidad, inmensa y atrayente, con su libro de poemas Desafío, su libro de cuentos Las mariposas no le temen a los cactus y varios ensayos, entre ellos Diez prejuicios sobre el feminismo que será su tema de combate en lo adelante. Son todas obras que, tan sólo por sus títulos, indican una disposición de la autora a enfrentar el mundo, a desafiar el establishment, y que, efectivamente, lo hacen.
¿Se siente el feminismo en los cuentos de Ángela Hernández? ¿Hay una diferencia entre los cuentos escritos por una mujer y los escritos por un hombre?
No le había dado mucha mente, pero la hay. De inmediato se me ocurre que el hombre cuando escribe toma por descontado su machismo, mientras que la mujer está consciente de su feminismo. ¿Es esto una diferencia? Pienso que es sólo una actitud que podría asumirla un hombre que acepte la igualdad de la mujer como la manera idónea para lograr la convivencia humana.
Entonces, si esa no es la diferencia y, sin embargo, esta existe, ¿dónde está? Hay generalidades y hay particularidades en la apreciación de esa diferencia. Por señalar una de las generalidades, en la cuentística de Ángela Hernández noto que domina el punto de vista de la mujer a través de narradoras en primera persona o de narradores omniscientes (a propósito, eso mismo hacen los hombres), por lo que las experiencias de la mujer son las circunstancias y sustancias principales de sus cuentos. Como particularidades, por señalar algunas: en la ambientación que hace Ángela Hernández de sus escenarios, se detallan más las cosas de la casa, los pormenores del diario vivir de la mujer: la escoba en un rincón, la ristra de ajos sobre la mesa. También la autora expone más de cerca las peculiaridades de su sexo, como el crecimiento de los senos y la menstruación. Lo curioso, que me sorprendió (debo reconocer que soy machista por entrenamiento, aunque no por sentido común): en Ángela Hernández se demuestra que la mujer está tan consciente e interesada en el sexo del hombre como el hombre en el de la mujer.
Quizás esa sea la manera de Ángela Hernández decirnos: Las mujeres somos iguales a los hombres, aunque con diferencias. En mi narrativa lo expongo tal como es, acéptennos así porque así somos.
Pero concentrémonos en su narrativa: en sus cuentos.
Desde 1985 al día de hoy Ángela Hernández ha publicado varios libros de cuentos, entre los cuales, aparte de la mencionada Las mariposas no le temen a los cactus, están: Los fantasmas prefieren la luz del día en 1986; Alótropos en 1989; Masticar una rosa en 1993; Piedra del sacrificio en1999 y Cuentos casi extraños en 2007. Varios de esos cuentos aparecen en distintas antologías nacionales e internacionales. Algunos han sido traducidos al inglés y al italiano. Tiene un Premio Nacional del Cuento de 1998. En fin, al día de hoy, Ángela Hernández es la escritora dominicana que presenta la obra cuentística más sólida, copiosa e intachable.
¿Qué decir, entonces, de sus cuentos?
Ángela Hernández comienza diferenciando muy bien sus cuentos de sus poemas y termina igualándolos. Esto no quiere decir que cuando, hoy, la autora escribe un cuento está realmente escribiendo un poema. Lo que quiere decir es que el manejo lingüístico y el sentido de distorsión de la propuesta que ella hace de un cuento en la actualidad es el mismo que siempre adoptó para sus poemas: el simbolismo, el abstraccionismo y el surrealismo, movimientos que llevan al hermetismo. Esto significa que en la cuentística de Ángela Hernández hay dos etapas. Me voy a explicar.

PRIMERA ETAPA
Trataré algunos cuentos en Alótropos (1989) y Masticar una rosa (1993) (1).
En estos libros, Ángela Hernández sigue el riguroso trayecto tradicional propuesto por Bosch para escribir un cuento: “persistir en el tema central; extraer al tema elegido las consecuencias últimas, con garra de animal de presa; hacer que el relato conserve el tamaño de su propio universo; no darle al relato medidas fraccionadas y distintas; y conseguir un final que sea siempre sorpresivo para el lector…” (2).
En “Teresa Irene”, Ángela Hernández entra en un mundo que toca lo fantástico en su vertiente de lo real maravilloso: una niña, para vivir, debe sepultarse en el agua; allí sus ojos adquieren los colores del arco iris. La sorpresa, al final, es que quien impulsa a la niña a esta identificación con el agua es la “luz sedienta” del sol que penetra entre los árboles hasta refugiarse en el fondo de un charco o “diamante de agua” para “quedarse en los ojos de un a niña que acababa perder a su padre”.
El manejo del lenguaje es impresionante por la eficiencia de sus descripciones: “En inmensas pilas se guisaba una novilla. Con más aire de fiesta que de entierro, los particulares asistentes al funeral aguardaban por su plato de carne tierna (notar el adjetivo que enfatiza la crítica a la glotonería que permea la frase). La promesa de comida gratis incitaba una oscura simpatía con la muerte (notar el velo irónico de la frase). Ante la noticia de la desaparición afloró, sin embargo, el espíritu bondadoso; olvidados momentáneamente de sus estómagos, los concurrentes se derramaron por todas partes (notar la recuperación de la convivencia humana en la frase)”. Ángela Hernández no describe para lograr una simple ambientación de la escena, sino para establecer la relación de lo que describe con el hecho humano que le da sustancia. Esta sucesión de frases, sin embargo, es lógica y recoge un pensamiento positivo: a pesar de sus egoísmos, cuando hay una tragedia, la humanidad responde a sus mejores instintos. Este tipo de manejo de un pensamiento idealista será el que domine en esta primera etapa de su cuentística. Ángela Hernández es una luchadora feminista que no sucumbe a un enfrentamiento continuo y obsesionante con su contrincante: del hombre y de la mujer, sabe señalar lo bueno y lo malo, lo idealizable y lo condenable.
En “El mejor”, hay que preguntarse: ¿en un duelo a muerte entre un hombre y una mujer, quién creen ustedes que ganará? Según Ángela Hernández, la mujer, por su astucia, con la cual aprovecha la debilidad intrínseca del hombre, que sólo aprecia a la mujer como hembra a poseer. El mejor contendiente, entonces, es la mujer, que, aparentemente, no siente lo mismo por el hombre. Visto por un machista, en este cuento Ángela Hernández se burla de los hombres que se creen superiores a las mujeres y las desdeñan como competidoras, hasta que sienten en carne propia los resultados de un enfrentamiento con una de ellas. Visto por un simpatizante del feminismo, en este cuento Ángela Hernández evidencia la insensatez de la postura machista en el hombre.
En este cuento, la autora es realista, va al grano. Se circunscribe a lo básico, a formular escenas e introspecciones que definen inmediatamente el hecho contundente: El hombre siente desilusión cuando le ordenan perseguir y aniquilar a una mujer; piensa que es “una presa fácil”, de poca monta para él, el mejor asesino a sueldo. Cuando la tiene enfrente, no pone atención a los detalles que, contra un hombre, lo alertarían sobre las intenciones del otro (o de la otra). Al final, quien pierde (y muere) es el hombre.
En “Alótropos”, Ángela Hernández entra de nuevo en lo fantástico, esta vez, en lo absurdo. Busqué en el diccionario: la alotropía es un término que se usa en la química. Se trata de “la propiedad de algunos elementos químicos de formular moléculas diversas por su estructura o número de átomos constituyentes, como el fósforo rojo y el fósforo blanco” (3). Llevado al plano literario por Ángela Hernández (por cierto, con título universitario de ingeniera química) es la capacidad del hombre de desdoblarse en sí mismo y enfrentarse como seres humanos opuestos con cuerpos distintos. La autora crea un drama en el cual un hombre se sustituye a sí mismo
En este cuento Ángela Hernández inicia un periplo que la llevará a la manera actual de manejar sus cuentos. En varios de sus cuentos anteriores la autora utiliza la introspección que interrumpe la acción con párrafos, los cuales, inclusive, aparecen en cursivas para que el lector no se equivoque y los diferencie unos de otros. Es un recurso técnico válido, nada extraño. En la mayoría de los casos, estas introspecciones son cortas y se unen a la acción de inmediato. En este caso, son introspecciones largas que crean una historia paralela, aunque pertinente, que, sin distorsionar el relato, requiere la atención del lector para captar su continuidad. Aunque todavía las imágenes y las escenas son claras y secuenciales para crear una ambientación realista, el lenguaje usado es definitivamente complejo comparado con el que la autora usaba anteriormente. Frases como: “La terquedad por la simpleza concreta cubrió la primera etapa, posterior a la salida de la cárcel”, tercer párrafo al inicio del cuento, dejan perplejo al lector, que lo entenderá según lea más adelante, pero que, aún así, le crea una cierta desazón. El cuento en sí es intrigante y se sigue sin interrupciones: un narrador lee un cuento escrito por otro autor y se da cuenta que la historia le es conocida, hasta que determina quien la escribió fue él mismo; sin embargo, no puede ser así, pues el otro autor redactó el cuento de marras hacía cincuenta años y él está seguro de que no lo ha plagiado. Entra aquí la alotropía, juegan los iguales distintos (por un átomo en los casos químicos, por una diferencia de años en el caso humano), y resulta una historia sumamente absorbente, increíble, pero absolutamente satisfactoria. Un éxito de la autora que se atreve a traspasar conceptos de una disciplina, la química, a otra, la literaria.
En el libro de cuentos Masticar una rosa, Ángela Hernández recurre a uno de sus temas favoritos: Reminiscencias de una niñez rodeada de padre y madre comprensivos aunque austeros, hermanos, hermanas y familiares querendones pero vigilantes; peripecias que ocurren en una ruralidad idílica, a veces, descarnada. Lo hace en el cuento que da su nombre al libro e igualmente en los cuentos “Telegrama”, “Cálidamente, suya”, “La abuela poética”, “Ojos Aguados” y otros.
El cuento “Masticar una rosa” comienza con una frase insólita que el lector deberá desentrañar: “Mis ojos todavía eran verdes”. ¿Qué significa? ¿Es que la narradora nació con ellos verdes y le cambiaron de color con el tiempo? Esta posibilidad no se comprueba en el cuento: no se vuelve a hablar de esos ojos que una vez fueron verdes. Entonces, si el color de esos ojos no cambió, ¿por qué la autora inicia su cuento con esta frase? Lo que entiendo es que la frase resulta metafórica en dos vertientes. Primera vertiente: los hechos que se cuentan ocurren cuando la narradora todavía era una niña inexperta que conocía poco de las realidades del mundo, por lo tanto estaba inmadura para comprenderlas. Segunda vertiente: el mundo en que la narradora vivía era rural, rodeado del verdor de la naturaleza y, por lo tanto, aún sin la contaminación de la ciudad: un mundo de relaciones sencillas, básicas, donde las tradiciones y las costumbres imponían conductas de solidaridad entre los familiares y de respeto a los demás, aunque de vez en cuando ocurrieran casos extraños que las contradijeran.
Y es, precisamente, sobre estos casos extraños y la irrupción de la ciudad en esa ruralidad que tratan estos cuentos. Con el sobrentendido de que la narradora, cuando escribe estas historias, es una mujer que ha madurado y que ha vivido en la ciudad, por lo que conoce y entiende las realidades del mundo. Aún así y quizás a pesar de ello, a esta narradora le complace recrear la inocencia de esos días del pasado, y es con este punto de vista que cuenta sus historias: con la valorización de una inocencia de la infancia que no existe en el mundo de los adultos. Para lograrlo, la autora adoptará el recurso literario más sutil: una mezcla de simplicidad descriptiva y complejidad metafórica en la elaboración de las escenas. Lo poético se mezcla con lo narrativo para presentar acciones precisas, reales.
Veamos algunos de los primeros párrafos del cuento.
“Pero yo era dichosa en la alquimia de la ristra de ajo, los granos de habichuela ablandándose, las mezclas olorosas de las naranjas agrias con los ajíes picantes, las transformaciones que sucedían a mis jugos”. Aquí, con la palabra “alquimia”, se poetiza lo común: cocinar habichuelas y hacer un jugo de vegetales.
“En mis ojos, desollados por la humareda de los palos tiernos que ardían en el fogón, había alegría. El lugar tenía brechas y ventanas; un mundo fresco, oliendo a peras maduras y bosque, entraba por ellas. El presente equivalía a lo que abarcaran mi corazón y mis miradas”. Aquí, en un sitio común, la cocina de tejamaní, donde la narradora trajina feliz, se ambienta y dramatiza su inocencia.
“Cuando iba hacia el río, una batea de ropas sucias sobre mi cabeza, miradas conmiserativas seguían mi figura, tambaleándose dentro del cuadro de aire en el que disfrutaba haciendo equilibrios, sintiendo mi cuerpo capaz de ponerse en eje con el cielo y la tierra, y de unir a ambos en la corriente cándida de las venas”. Aquí, de nuevo, la descripción de una actividad común, llevar la ropa al río, se convierte en una experiencia sublime para la narradora.
Esta es la narrativa de Ángela Hernández en su primera etapa.

SEGUNDA ETAPA
En esta etapa, que aparece patentemente en su obra Cuentos casi extraños (2007) (4), la autora recurre a la narración surrealista o hermética, donde tanto las formas lingüísticas como su contenido apuntan hacia una distorsión de la realidad, interpretada por el narrador (o narradora), que debe ser reinterpretada por el lector.
Antes señalé que en esta etapa Ángela Hernández trae a sus cuentos el mismo manejo que hace de sus poemas. Voy a comprobarlo. Veamos un poema de la autora.
En su libro de poesía Arca espejada, publicado en 1994, aparece el poema “Reunión Conmigo”:
Ha florecido el patio.
Corté la zona de mis debilidades.
Duermo con el dolor. Le soy extraña.
Es largo y desconocido el camino
de volver hacia mí.
El fuego que vieron arder mis ojos.
El agua sobre el cuerpo.
El aire sin nombre ni dirección.
La arena llena de cosas milenarias.
Mis pies han olvidado.
Y mi corazón danza bajo el látigo del amor.
Los poetas enferman como las manzanas.
Se ha borrado el lenguaje de lo eterno.
La verde primavera ríe oscura.
Que el silencio me purifique.
Que la soledad me alumbre.
Ahora soy Galatea. Anónima espora.
Tengo que morir a la servidumbre.
Olvido ser mujer. Olvido ser alguien.
Olvido la juventud y la vejez.
El mundo está espléndido.
Como pueden no verlo mis entrañas? (
5)
Este tipo de fraseo, donde aparecen oraciones entendibles (que el silencio me purifique), seguidas de oraciones inexplicables (Ahora soy Galatea. Anónima espora), donde se contraponen metáforas, una tras otra, crea el sentido del poema, que trata, según mi interpretación (aunque la de otro puede ser totalmente distinta), sobre las divagaciones íntimas de una mujer en un día espléndido, que ella no disfruta por sus preocupaciones. Es la misma Ángela Hernández que, en sus cuentos, vive enamorada de la naturaleza y que ahora se lamenta porque el amor (carnal) la ha distraído de apreciar una vez más esa primera, prístina relación sentimental.
En Cuentos casi extraños, quizás llamados así porque, de cierta manera, muchos lo son: algunos extraños por la forma, casi todos extraños por el contenido, aparecen los cuentos más desarraigados de la realidad y, al mismo tiempo, más reales.
El cuento con el cual el libro abre, titulado “Alí Samán”, comienza con la ambigüedad del nombre del (o de la) protagonista, cuyo sexo no se define al principio y que, más adelante, se entiende que es mujer. El cuento es una metáfora de la metáfora en la poesía. Me explico: Alí Samán es un poeta (o una poeta) cuyos poemas inexplicables atraen la atención de unos científicos que pretenden analizarlos y definirlos, lo cual es imposible. Para dramatizar este hecho, la autora desarrolla una acción un poco a la de las películas de persecución a que nos tiene acostumbrado Hollywood: Alí Samán es secuestrada, sometida a interrogatorio, sus poemas son acuciosamente estudiados por expertos (poetas traídos de todas partes del mundo), hasta que finalmente ninguno, ni científicos ni expertos, puede interpretarla. Sólo Alí Samán sabe lo que escribió y muere por el acoso; aún así, uno de los poetas expertos sabe la verdad: Alí Samán sigue viva en su poesía.
En este cuento, Ángela Hernández inicia, definitivamente, su periplo de narrativa surrealista, todavía con frases entendibles y trama lógica. Esto variará hasta alcanzar, como ya he dicho, los parámetros ambiguos de su poesía.
En “El cuadro”, “Diva conversa”, “Una gota de sangre” y otros surge, definitivamente, la diferencia. Estos cuentos rompen totalmente con la propuesta de Bosch. No hay el desarrollo de una historia. No hay acción única ni final sorprendente, sólo un flujo de imágenes concatenadas que forman un todo.
De estos cuentos, quizás el más sencillo en estructura sea “Una gota de sangre”. Aquí la autora usa una asociación de ideas sucesivas para dar las distintas acepciones que le provoca una gota de sangre que cae de una herida en el dedo a una mesa con tapa de cristal. Aparecen párrafos como los siguientes:
“Una gota de sangre puede ser una vidriera, un río, un cascabel rotando entre las costillas de la que mira en la ventana un punto acercándose, o alejándose”. Son símiles inconsecuentes unos con otros en magnitud e imagen. Sigue: “Y pensó en la emperatriz del vaso de cerámica que siendo espléndida, no era favorita. Y se observó a sí misma: consorte reverente figurando diademas y concubinas en relojes que se deben descubrir, pues reducen el tiempo vertiginoso que envejece”. No hay una sola instancia que invite a relacionar un símil con el otro. Cada uno hace reminiscencia de una gota de sangre distinta. Pero, ¿no es eso lo que nos quiere decir la autora? ¿Que para una misma acción hay miles de interpretaciones? El cuento termina con una conclusión existencial: “Pensó que toda su vida estaba hecha de transacciones y transiciones. Un viaje de tránsito que se detendría abruptamente”. Entonces entendemos en qué consisten todas las variaciones de la gota de sangre: son distintos instantes de la vida que pasa y termina.
La cuentística actual de Ángela Hernández no es pretenciosa, para estrujarle en el rostro al lector metáforas que no pueda entender; no nos quiere decir: tú, lector, no significas nada para mí; yo soy la única que me entiendo, como manifestaron los autores de la literatura hermética del siglo pasado. Esta es una narrativa más bien audaz, significativa. Por supuesto, su significado no es obvio, pero las sugerencias están ahí para entenderlo. Basta buscarlas. Lo significativo de esta propuesta es que si el lector encuentra otro significado al de la autora, no importa: es otro significado más que se acumula a las tantas interpretaciones que pueden dar estos cuentos, otra gota de sangre, ahora vivida por el lector.
¿ Entienden ahora, cómo masticar una rosa?

NOTAS
1. Hernández, Ángela. Masticar una rosa y otros cuentos antologados. Santo Domingo, República Dominicana. Editora abc, 2005.
2. Bosch, Juan. Cuentos más que completos. Prólogo de Sergio Ramírez. Ediciones Alfagura. México D. F. 2001. Pp. 14-15.
3. Real Academia de la Lengua. Diccionario de la Lengua Española. Madrid. Vigésima primera edición, 1992. P. 112.
4. Hernández, Ángela. Cuentos casi extraños. Santo Domingo, República Dominicana. Editora Cole, 2007.
5. Poesía de Ángela Hernández.
http://franciscohenriquez.blogspot.com/2007/06/poesa-de-angela-hernandez.html
30 de junio de 2007

Friday, September 24, 2010

17 Estructura narrativa (exposición: nudo, desarrollo, punto culminante y resolución)

MSG en su disertación
El grupo

TEMA: ESTRUCTURA NARRATIVA
(exposición: nudo, desarrollo, punto culminante y resolución)


Ateneo Insular, Academia Dominicana de la Lengua y Grupo Mester de Narradores
de la Academia Dominicana de la Lengua
CURSO-TALLER SOBRE TÉCNICAS NARRATIVAS
27, 28 y 29 de marzo 2009

Por Manuel Salvador Gautier

A. CONFERENCIA
I. INTRODUCCIÓN
Comencemos con algunos aspectos generales que interesa conocer sobre el TEMA.
LA NARRATIVA es el resultado de contar una historia. Cualquiera puede contar una historia y lo hace bien, y si lo hace mal, no importa, porque su oyente está más pendiente a lo que cuenta que a cómo lo cuenta. En cambio, el escritor debe conocer los elementos que harán que la historia que cuente esté bien contada o será tachado de mal escritor. Esta especie de división entre dos aspectos de una misma cosa es lo que se llama relación sentido-forma, que trataremos más adelante. Conviene aclarar que, bien o mal contada, la historia debe contarse de una manera dada, y para ello hay cientos de posibilidades.
Normalmente se comenzará la historia por el principio y se terminará con el final. Los inicios de los cuentos de hada son sintomáticos: Había una vez, en un reino muy lejano, una princesa… Se establece un tiempo, un lugar y un personaje, y se da a entender que ocurrirá algo. Con la narrativa, sea ésta larga o corta, compleja o sencilla, novela o cuento, creamos la expectativa de la acción. En un poema no se espera acción, se esperan imágenes que formularán un planteamiento estético que sólo puede hacerse de esa manera. En un ensayo tampoco se espera acción; se espera la formulación de verdades con las cuales coincidirá o no el interlocutor. En la narrativa, no se esperan ni imágenes ni verdades trascendentes. Habrá una o varias acciones, que se desarrollarán de acuerdo con las características de lo que se narre. Éstas pueden estar basadas en un acontecimiento real o en uno ficticio. Inclusive cuando se narra un acontecimiento real se hace desde el punto de vista o enfoque del escritor, que se transforma en narrador, y esto crea parcialidad en la narración y, en muchas ocasiones, incluye acciones que el narrador cree que vio y que en realidad sólo presintió o imaginó, y hasta inventó, para darle interés a lo sucedido. De aquí que la narrativa, esté basada en la realidad o en la imaginación, se considere ficción, y que los novelistas y cuentistas manipulen la acción para darle mayor interés, diciendo, según Vargas Llosa, MENTIRAS DE LA VERDAD, ¡valga la contradicción! Quiere decir que en la narración se crean acciones ficticias que parecen verdaderas, que tienen verosimilitud. Así como el chisme es el mentidero de los noveleros, la novela y el cuento son el mentidero de los escritores (aunque muchos piensan que también los historiadores lo hacen).
Cuando una persona cuenta sus experiencias, está narrando. Lo hace con el fin de informar a su interlocutor. Para interesarlo, escoge una manera de decirlo. Cuando un escritor decide narrar una historia, sabe que tiene que interesar al lector. En cualquiera de los dos casos, la manera que escoja de decir la historia involucra a la ESRUCTURA NARRATIVA.
De acuerdo a la definición tradicional, la ESTRUCTURA NARRATIVA está organizada en tres partes que son: exposición, nudo y desenlace. Tanto el cuento como la novela se organizan en estas tres partes, sólo que en la novela “estas tres partes suelen tener una extensión aproximadamente igual, mientras que en el cuento existe una preponderancia de un solo nudo o núcleo alrededor del cual gira la historia” (1). Lo que esto significa es que el escritor comienza con la exposición de los hechos que llevan a la acción principal, luego sigue con el nudo de la historia, o sea, desarrolla con detalle la acción, y finaliza con el resultado de la acción o desenlace. Es un planteamiento lineal que se adoptó en casi toda la narrativa histórica hasta el siglo XX, cuando se rompió esta linealidad y se comenzó por el final o por el medio, o se alternó el tiempo entre el pasado y el presente y, a veces, el futuro.
Para hacer un cuento, Juan Bosch propone que éste debe relatar un sólo hecho, sin desvíos, y que debe seguir una “fluencia constante”, o sea, que debe mantenerse todo el tiempo sobre la acción que comenzó. Sergio Ramírez, el novelista nicaragüense, explica que, en todos sus cuentos, Bosch mantiene las reglas que había propuesto: “persistir en el tema central; extraer al tema elegido las consecuencias últimas, con garra de animal de presa; hacer que el relato conserve el tamaño de su propio universo; no darle al relato medidas fraccionadas y distintas; y conseguir un final que sea siempre sorpresivo para el lector…” (2).
Quien lee los cuentos de Bosch, nota que éste entra inmediatamente en la acción y la mantiene, que introduce explicaciones en pocas oraciones o a través del diálogo, y que concluye siempre con algo inesperado. De aquí que cumpla con los requerimientos básicos de la ESTRUCTURA NARRATIVA: exposición, nudo y desenlace.
En el cuento actual, la “fluencia constante”, que, en principio, requeriría un tratamiento lineal del cuento, a veces se varía, y se inicia en algún momento que obligará a retrotraerse al principio; pero siempre se mantiene la acción única, la explicación envuelta en la acción y el desenlace inesperado.
Con relación a la novela, en la investigación que hice para preparar este TEMA encontré que existen algunas variaciones en la manera de definir lo que es la ESTRUCTURA NARRATIVA. Voy a presentarles algunas de éstas que considero les ayudarán a entenderla.

II. ESTRUCTURA DE LA NOVELA SEGUN ROBERT R. LAUER
Robert R. Lauer es un profesor en una universidad norteamericana (University of Ohio) que ha investigado la literatura del Siglo de Oro y del XVIII. Según sus análisis, los elementos integrantes de la novela son dos: el contenido y la forma.
Esta relación la he mencionado antes. Es un planteamiento que se hace a todo análisis que involucra una obra de arte, es decir, una obra que produce el hombre en el proceso de intelectualización y estilización de su entorno, por lo cual, entre otras disciplinas relacionadas con el hombre, se aplica también a la arquitectura y a las artes plásticas. ¿Qué significa? Que al querer hacer un análisis del producto realizado por el hombre saltan a la vista dos aspectos: primero, lo que el hombre quiso decir con el producto, y segundo, cómo lo hizo; su esencia y su presencia.
Durante el siglo XX, Mijaíl Bajtín y Yuri Lotman, dos teóricos de la literatura rusa y propagadores de la semiótica, la teoría del signo, coincidieron “en abolir la dualidad forma/contenido, dado que es imposible separar los contenidos, las ideas, de la estructura artística”. Según Lotman, “el contenido conceptual de la obra es su estructura”. Para los dos, todo en la obra artística es significante (3). También Henri Meschonnic (1932), poeta, crítico, teórico del lenguaje, ensayista y polemista francés, ha protestado este tipo de división, planteando que se trata de la “regionalización del pensamiento, la tecnificación que impide pensar su interacción” (4). Los conceptos lingüistas propuestos por estos teóricos son muy complicados y no pueden tratarse ahora. Sin embargo, es preciso tener presente sus señalamientos, porque una de las dificultades en definir lo que es la ESTRUCTURA NARRATIVA está efectivamente en indicar dónde termina el contenido y dónde comienza la forma, o viceversa. Sin embargo, su adopción es un instrumento útil para el análisis.
Veamos entonces qué propone Lauer en su trabajo (5).

Definición del género novela: Una novela es un relato de lo que les sucede a ciertas personas en cierto lugar, tiempo y circunstancias. Así que los tres elementos constituyentes de una novela son: ACCIÓN (lo que sucede), CARACTERES (las personas) y AMBIENTE (el escenario, la época, la atmósfera).
Elementos integrantes de la novela:
I. CONTENIDO:
A. Título: su sentido y función.
B. Asunto (resumen de la obra)
C. Tema (idea dominante)
D. Elementos de la novela:
1. Personajes
a. Clasificación, caracteres, tipos, símbolos
b. Caracterización directa o indirecta
c. Relación entre personaje y acción
d. Relación entre personajes y ambiente
2. Ambiente:
a. Escenario y época (el donde y el cuando de los hechos)
b. Índole real o ficticia, rural o urbana, actual o del pasado
c. Atmósfera (sensación que prevalece en la obra)
3. Acción
a. Naturaleza:
1. Interna o externa
2. En el tiempo o en el espacio o en ambos
3. Tiempo de duración de la acción y tiempo vivido.
b. 1.
1. Relación causal o casual.
2. Obedece a motivos o propósitos humanamente comprensibles o actúa arbitrariamente o movido por fuerzas superiores.
II. FORMA:
A. Estructura o composición:
1. Exposición
2. Nudo
3. Desarrollo
4. Punto culminante
5. Resolución
B. Composición: lógica o artística
C. Relación entre contenido y estructura
D. Aspectos técnicos:
1. Punto de vista
2. Técnicas narrativas
3. Relación entre el autor y la forma
E. Estilo:
1. El lenguaje y sus particularidades: la lengua.
2. Relación entre contenido y forma
3. Relación entre autor y forma
F. Apreciación y valores de la novela:
1. Valores diversos: lógicos, éticos, estéticos, lingüísticos, etc.

Quise incluir la definición de novela propuesta por Lauer, para que ustedes noten con qué facilidad se complica la relación contenido-forma. De acuerdo a esta definición, la novela es sólo contenido, ¿se dan cuenta?, involucra el lugar, el tiempo y los personajes que realizarán una acción (el cuento de hadas); lo otro, la forma, no es novela.
Así mismo incluí las partes del contenido para que ustedes se dieran cuenta de lo que NO ES FORMA.
Pero no exageremos. Les dejo estas inquietudes para que ustedes las piensen y busquen su propia orientación al realizar su narrativa.
Estudiemos las partes de la FORMA que Lauer cataloga como ESTRUCTURA o COMPOSICIÓN; son la A y la B. Conviene señalar que hay otras partes de la FORMA que se tratarán en este Curso-Taller, como los aspectos técnicos, y el lenguaje y sus particularidades: la lengua. Lo cual significa que la FORMA no es automáticamente la ESTRUCTURA NARRATIVA, sino que abarca más elementos.

A. Estructura o composición: La estructura es el soporte de las partes y la composición la manera en que se organizan las partes. En literatura, esto quiere decir, que el soporte de la obra debe estar organizado de una manera dada para que sea coherente o consistente con lo que trata, y que esta manera deberá ser exclusiva para la narrativa. En definitiva, la estructura es la manera en que los sucesos de la acción están organizados.
Esta estructura o composición la constituyen:

1. La exposición: es el estado de las cosas antes del problema o conflicto. Hay novelas que tratan la vida entera de un personaje, desde que nace hasta que se haya resuelto el conflicto que lo avasalla o hasta que muere; aún así, existen antecedentes que deben explicarse. Este es el caso de David Copperfied, de Charles Dickens. En esta novela, que se inicia con el nacimiento del protagonista, hay que explicar la razón por la cual el bebé recién nacido tuvo que llevarse donde una pariente. Sin embargo, la mayoría de las novelas entran en un momento de la vida del personaje en que éste ya ha vivido un tiempo, corto o largo, y hay que explicar algunas de sus experiencias que tengan injerencia en la acción y los conflictos que se presentan. En una novela esto puede lograrse con explicaciones, flashbacks (acciones anteriores), introspecciones (memorias o asociación de ideas o monólogo interior del personaje) y otros recursos.
2. El nudo: es el desenvolvimiento de la acción en línea ascendente hasta llegar al punto culminante. Una novela comienza con la acción en una escena que derivará en otra y en otra; esta secuencia de escenas irá exponiendo y/o complicando y/o intensificando la acción. Esas escenas se irán relacionando hasta que alcance un punto en el cual hay que resolver el conflicto, o la novela se hará tediosa y el lector la dejará a un lado.
3. El desarrollo: es la inclusión o exposición de intrigas que guiarán o determinarán la acción. La intriga es lo que ofrece interés a la acción. Pongamos un ejemplo.
El argumento de la obra, o sea, lo que pasó, puede ser el siguiente:
Un aviador hace un viaje de rutina. Al volver se entera de que su mujer tiene un amante. La mata. Luego trata de escapar.
La intriga entra cuando se amplía cada una de estas acciones con múltiples acciones.
Un aviador hace un viaje de rutina. Al volver se entera de que su mujer tiene un amante: investiga; se conecta con gente que no conocía; protagoniza una pelea con el hermano del amante; conoce a una chica que lo secunda y lo instiga al asesinato; muestra un estado psicológico alterado, sigue a su mujer durante días… La mata; se oculta; miente; simula un viaje; se pelea con desconocidos; se encuentra con la chica; desconfía de ella; se encuentra frente a frente con el amante de su mujer y no lo reconoce… (6) pero el amante sí lo reconoce a él y lo denuncia a la policía. La policía lo persigue. Cuando el aviador se da cuenta, trata de escapar en uno de los aviones que él maneja, pero la policía lo sigue y lo mete preso.
Ésta es una sucesión de intrigas muy obvia, pero ilustrativa.
4. El punto culminante: es el momento en que el problema o conflicto tiene que ser resuelto o la acción no tendrá significado. El punto culminante del ejemplo que dimos es cuando el Aviador mata a su mujer. Todo lo anterior lleva a esta acción; todo lo que sigue es consecuencia de ésta. No siempre el punto culminante es tan obvio como el ejemplo dado. En mi novela El asesino de las lluvias, parecería que está casi al final, cuando el poeta Sergio averigua que la adolescente Silvina, a quien ha convertido en su musa inspiradora, es una mujer promiscua, y decide matarla. Pero también podría estar a mitad de la obra, en el momento que Sergio conoce a Silvina. Todo depende del tema, y en esta novela, el tema es metafísico, no trata sobre los deseos sexuales del hombre sino sobre la lucha del hombre por sobreponerse a sus bajos instintos y elevarse más allá, en este caso, con la creación de una poesía sublime.
5. La resolución: también llamado desenlace, es la solución de la situación problemática. La resolución en la historia del aviador es cuando lo encarcelan y debe pagar por su delito. En mi novela, es en el momento en que el poeta, después de matar a su esposa y al amante de ella, trata de escribir un poema trascendental, queda o no conforme con los resultados, y luego se suicida. Aquí el lector, al leer el poema, debe decidir si el poeta se suicidó frustrado, porque consideró que no había alcanzado su meta de escribir un poema sublime, o torturado, porque le acosaba la culpa del doble asesinato, o ambas cosas.

B. Composición: lógica o artística
1. Lógica: cronológica y causal. Es la manera como se resolvió tradicionalmente la narrativa, presentando el desarrollo de la acción sucesivamente, como ocurre en la vida. De hecho, los autores que se mantienen dentro de la linealidad narrativa, sostienen la idea de que la novela debe tener una trama ascendente, personajes bien construidos, comienzos que atrapen y desenlaces inesperados.
2. Artística: libre. La experiencia de la Primera Guerra Mundial fue traumática para el mundo. En los meandros de la creatividad artística del hombre, surgieron las vanguardias: entre otras, el cubismo en las artes plásticas y el futurismo en la arquitectura. En la literatura, a principios y mediados del siglo XX, ya no se desea representar la vida de manera romántica o realista; ni importa establecer claramente la correspondencia entre causa y efecto. Lo que interesa es crear en el lector la impresión que producen unos sucesos que tienen relaciones entre sí y que en conjunto crean un todo. De hecho, en algunos casos, se descarta la teoría de la racionalidad y se sustituye por la del caos, donde los hechos ocurren no por una causa, sino por una eventualidad totalmente fortuita. Los textos adoptan organizaciones innovadoras como la paralela, donde se combinan dos narraciones diferentes y paralelas; en espiral, donde se retoman elementos anteriores a medida que avanza el relato; en calidoscopio, estructurada en numerosos fragmentos aparentemente desiguales, pero que tienen una coherencia precisa; en encastre, producida con el entrecruzado de varias intrigas encajadas unas en otras; en triángulo, donde los sucesos que ocurren a tres personajes principales se tratan por separado y se entrecruzan eventualmente; otras más.
A finales del siglo XX y comienzos del XXI, con la postmodernidad, no hay dogmas, sólo conveniencias, y la ESTRUCTURA NARRATIVA puede tratarse usando cualquiera de los recursos históricos, y, por supuesto, con la invención de nuevos. Aparece la antítesis de la novela, o sea, la novela sin “trama ascendente, personajes bien construidos, comienzos que atrapen y desenlaces inesperados”. René Rodríguez Soriano, en su última novela publicada, El mal del tiempo, ganadora del Premio de Novela UCE 2007, adopta esta opción. Al ser cuestionado sobre el tema de su obra, responde: “Es un extraño diario que cuenta de los duros años setenta en un país dominado por un octogenario déspota ilustrado; texto que –asegura- como el paisaje que describe, es un concierto lleno de contrastes, donde la música, el sol, el color y cierta magia del Caribe son parte sustancial de historias que de tan ciertas nadie puede creer” (7). Al leerla, encontramos que no tiene diálogo, es fluida, con disquisiciones muy personales del narrador. Se trata de una introspección escrita en forma de diario. Algunos autores mantienen que, en la actualidad, el cine se ocupa de la acción, y que, por lo tanto, a la novela sólo le queda la introspección. Ese tipo de propuesta, un tanto dogmática, hay que pensarla, pues limita la creatividad del escritor. El escritor debe ser libre de hacer lo que quiera con su novela y de estructurarla como le parezca. El problema a resolver es cómo crear un universo coherente consigo mismo que capte la imaginación del lector.

III. Estructura de la novela según José Carlos Carrillo Martínez
José Carlos Carrillo Martínez es un estudioso español que se ha dedicado a analizar la narrativa, la poesía, el teatro y el ensayo español del siglo XX y que ha incursionado en la literatura hispanoamericana. En un trabajo no muy extenso titulado “Características de la novela” (8), da la siguiente definición:
La novela: suele tener una extensión y complejidad mayores que el cuento. Se caracteriza por la libertad: este subgénero no tiene límites y puede contener desde diálogos con clara intención dramática o teatral hasta fragmentos líricos o descriptivos. Los subgéneros novelescos son numerosísimos: novela histórica, de aventuras, rosa, policíaca, de acción, negra, psicológica, de caballerías, de amor, de tesis, social... La única condición es que esté escrita en prosa y que en ella intervengan unos personajes sobre los que se nos diga algo. Actualmente, la novela es el principal de los subgéneros literarios. La mayoría de los lectores sólo leen novelas, lo cual se ve favorecido por un potente mercado editorial que en los últimos tiempos se ha volcado con esta modalidad literaria.
En esta definición, a diferencia de Lauer, Carrillo mezcla una serie de elementos para expresar una idea cabal de lo que él considera es la novela. Toca algunos aspectos que corresponden a la FORMA, tales como: técnicas narrativas (el diálogo), lengua (escrita en prosa), y ESTRUCTURA NARRATIVA (descripción). También incluye algunos aspectos de CONTENIDO (la actuación de personajes o acción, subgénero de novela).
Para realizar el análisis de la novela, Carrillo lo divide en cinco partes:
La acción
El tiempo
El espacio
Los personajes
El narrador
Con excepción de EL NARRADOR, las demás partes aparecen agrupadas bajo el acápite CONTENIDO de Lauer. Parecería que en el análisis, Lauer y Carrillo coinciden; sin embargo, cuando nos adentrarnos en las definiciones que Carrillo expone de cada una de estas partes, entendemos que, en todo momento, presenta CONTENIDO y FORMA como un todo.
La ESTRUCTURA NARRATIVA la encontraremos en sus comentarios sobre LA ACCIÓN. Dice:
Por acción entendemos la historia que se va desarrollando ante nuestros ojos a medida que leemos la novela. En una narración se suelen suceder varias acciones a la vez, las primarias y las secundarias, que, entretejidas entre sí, forman el cuerpo de la novela o argumento. Es importante que las acciones sucesivas sean verosímiles o creíbles, es decir, deben desarrollarse dentro de la lógica interna de la novela. Asimismo, el autor debe cuidarse de no caer en contradicciones argumentales para que la acción avance sin problemas. El orden de la acción, desde un punto de vista clásico, suele responder a la siguiente estructura interna:
Planteamiento: es la presentación de los personajes y el establecimiento de la acción que se va a desarrollar. Además, se expone el marco temporal y espacial en que se situará la historia.
Nudo o desarrollo: la situación expuesta en el planteamiento comienza a evolucionar, es decir, se desarrolla el conflicto en el que se verán inmersos los personajes. En la novela suele haber un conflicto principal y otros secundarios que dependen, en mayor o menor medida, de aquél.
Desenlace: es la resolución del conflicto y el final de los sucesos que se han planteado. Puede ser positivo y alegre, neutro, o negativo y desgraciado.
De todos modos, y sobre todo desde la renovación de la novela a partir de mediados del siglo XX, es habitual que esta estructura se vea truncada:
In medias res o principio abrupto: consiste en iniciar la acción cuanto esta se encuentra en pleno desarrollo, sin haber presentado previamente a los personajes
Estructura inversa: el autor adelanta el desenlace de la novela en las primeras páginas de la misma, y posteriormente se dedica a contar cómo los acontecimientos evolucionan hasta llegar a ese final.
Final abierto: la historia no termina de resolverse, ni positiva ni negativamente, de manera que el lector percibe la sensación de que la acción se extiende más allá de los límites de la novela.
También Carrillo toca la ESTRCUTURA NARRATIVA en los comentarios sobre EL TIEMPO. Dice:
El desarrollo argumental de una narración suele evolucionar a través del tiempo. Este tiempo de la novela no tiene por qué presentarse de manera lineal u ordenada, sino que puede ser alterado libremente por el autor con finalidad estilística, argumental o estructural (la negrilla es mía).
Estas propuestas de Carrillo son muy importantes. Significa que la ORGANIZACIÓN DE LA ACCIÓN o su ESTRUCTURA NARRATIVA, está intrínsecamente ligada a la narrativa, igual que el espacio y sus personajes. Cuando un escritor inicia el proceso de escribir una novela, debe pensarla como un todo, donde concurren ACCIÓN, TIEMPO, ESPACIO, PERSONAJES y, Carrillo agrega, NARRADOR.
¿Cómo lograrlo?
Ahí entra el genio del escritor.

III. Estructura de la novela según El viaje del escritor de Christopher Vogler
A. La relación entre Christopher Vogler y Joseph Campbell
Christopher Vogler es un productor y guionista de Hollywood que en 1993 escribió siete páginas bajo el título “Una guía práctica para el viaje del héroe” y la puso en circulación en el estudio donde trabajaba. Esta sencilla iniciativa obtuvo un éxito abrumador, así que Vogler expandió el trabajo y creó un libro con él: “El viaje del escritor: Estructura mítica para escritores“(9).
Vogler basó su trabajo en una obra publicada en 1949 por Joseph Campbell (1904-1987), titulada El héroe de las mil caras. Campbell fue un antropólogo que dedicó su vida al estudio de las mitologías de diversas culturas. En su obra, hace un análisis del mito del héroe y (10) enuncia una estructura clásica conocida como El viaje del héroe. Este análisis inspiró obras del calibre de “La Guerra de las Galaxias” en el cine o El juego de Ender en la literatura.
La contribución de Campbell no fue la de crear las reglas, sino identificar las ideas, clasificarlas y ponerles nombre. De hecho, los postulados que expone son en sí un excelente juego de herramientas analíticas, que sirven para diseccionar tanto historias milenarias como películas contemporáneas. A través de este análisis demostró que todas aquellas historias se regían por el mismo patrón. Este patrón se conoce como “El viaje del héroe” o el monomito y describe los pasos habituales que seguía el héroe a través de la historia.
Carl Gustav Jung, un renombrado psiquiatra suizo, teorizó que existe un lenguaje común a todos los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, lo inconsciente colectivo, constituido por símbolos primitivos - arquetipos - con los que se expresa un contenido de la psique que está más allá de la razón. Un arquetipo (RAE) es: “(…) un modelo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo”.
¿Cómo puede “el viaje del héroe” seguir siendo esencialmente válido a través de los milenios? La razón es que el monomito está poblado de arquetipos que se han manifestado inmutables a través de las culturas, la distancia y el tiempo. Esos paradigmas, reconocibles por todos los individuos a través del inconsciente colectivo de Jung, se nos antojan familiares y sirven para fortalecer y, de algún modo, validar la historia. Este es el motor y la verdadera fuerza del monomito campbelliano. Estos arquetipos son: el héroe, el mentor, el guardián del umbral, el mensajero, el camaleón, la sombra y el pícaro.
La tarea de Vogler consistió en presentar las ideas de Campbell de un modo más fácil de digerir, simplificándolo en algunos aspectos y adaptándolo a los tiempos modernos. Si el monomito de Campbell motivó obras del calibre de “La guerra de las galaxias“, el trabajo de Vogler no se quedó corto e inspiró películas como “El rey león” o “Matrix”. Aunque el trabajo de Campbell es excelente, el de Vogler es mucho más próximo a nuestro campo… la redacción de una novela… razón por la cual a partir de ahora nos centraremos en él.
El concepto del monomito es una útil guía que nos permitirá identificar arquetipos efectivos que podremos utilizar para nuestras historias y personajes. Sin embargo, no podemos aplicarlo como una simple plantilla o correríamos el riesgo de que todas nuestras historias fueran iguales. A lo largo del tiempo, muchas historias han utilizado por separado algunas de sus partes, enlazándolas de un modo propio. Para poder utilizar el monomito esta forma es preciso saber descomponerlo y transformarlo.
B. Los doce pasos de Christopher Vogler
El viaje del escritor de Vogler se compone de doce pasos (11):
Paso 1. El mundo ordinario
El héroe es presentado a la audiencia en su Mundo Cotidiano. Se descubren los problemas externos e internos, deseos, necesidades... del héroe. Se establece el tema, la historia anterior, backstory, y las motivaciones, las relaciones principales son presentadas.
Paso 2. La llamada de la aventura
El héroe es llamado a la aventura ya sea por una llamada interna o externa. Debe discriminar entre las llamadas positivas o negativas.
Paso 3. El rechazo de la llamada
El héroe duda, tiene miedo o directamente rechaza la llamada. Algunos héroes aceptan la llamada o bien la buscan activamente, entonces el miedo y el peligro son expresados por otros personajes.
Paso 4. Encuentro con el mentor
El héroe busca o se encuentra con la fuerza del Mentor -un guía, un maestro, experto, líder, autoridad- que ya ha hecho el viaje que debe hacer el héroe. El Mentor proporciona al héroe conocimiento mágico o un equipo que le ayuda a cruzar el umbral del miedo.
Paso 5. La travesía del primer umbral
El héroe decide dejar el confort de la vida cotidiana y cruza un umbral peligroso hacia lo desconocido, especialmente el mundo del Segundo Acto. Se compromete con la aventura. Punto de no retorno.
Paso 6. Pruebas, aliados y enemigos
El héroe es probado bajo presión en algún lugar de reunión en el Mundo Especial en el que se encuentra, normalmente un bar, cantina, nightclub o cualquier lugar que implique agua, líquido. El héroe aprende las nuevas reglas, los nuevos valores de ese Mundo Especial, se enfrenta a nuevos enemigos, hace nuevas alianzas.
Paso 7. La aproximación a la guarida del enemigo
El héroe se prepara para enfrentarse al reto mayor de la historia, planea, representa, investiga, espía, prueba. Sus aliados son probados y los roles pueden cambiar. Momento para el desarrollo del personaje, comedia, escenas de amor.
Paso 8. La odisea o calvario
El héroe se enfrenta con su miedo mayor. Muerte simbólica o literal y renacimiento, la CRISIS de la historia. Momento oscuro cuando parece que el héroe ha muerto, el juego se ha perdido, el romance estropeado. A menudo tiene lugar en la sede, en la casa del enemigo, en alguna cueva o cámara subterránea.
Paso 9. La recompensa
Recompensa por haber sobrevivido a la muerte. El héroe se ha ganado el calificativo de héroe. Más humano, más completo, más atractivo. Rejuvenecido y revivificado por la experiencia. Momento de tomar posesión del tesoro ganado a través de la ordalía. Dueño de la espada o del tesoro, con la chica o el amigo, experimentando iluminación interna o un flash de intuición. Mayor capacidad psíquica, conexión con la naturaleza o reconciliación con el padre o la madre. Momento de celebración, escenas de "fuego de campo", escenas de amor.
Paso 10. El camino de regreso
El héroe se da cuenta de que ya es la hora de volver a casa o también de meterse más a fondo en la aventura... Momento de reestructuración, seleccionando un nuevo objetivo. Puede llegar por una necesidad interna del héroe o impuesta desde el exterior por el villano que secuestra a un miembro de su grupo, roba el tesoro o persigue al héroe fuera del Mundo Especial para vengarse. Lugar común para escenas de persecución.
Paso 11. La resurrección
El héroe se enfrenta a la ordalía final, el CLIMAX. Un test final, a menudo más difícil que los anteriores, desde un punto de vista moral o espiritual más que físico. Puede implicar un final, enfrentamiento decisivo con el villano, a menudo requiere que el héroe haga un sacrificio importante, quizás incluso abandonando el tesoro físico que ha ganado en el viaje, a cambio de algo de más valor. El héroe es transformado y purificado por la ordalía, como el cazador que es purificado antes de volver a entrar en el poblado. La transformación debe ser mostrada en apariencia, pero, de una manera más palpable, en el comportamiento. El héroe puede ahora hacer algo que era imposible que hiciera al principio.
Paso 12. El retorno con la recompensa
El héroe vuelve a su Mundo Cotidiano o cierra el circulo con un nuevo conocimiento que compartir con la tribu o el poblado. El cambio que ha sufrido el personaje impacta completamente en su mundo. El héroe es premiado por el sacrificio. Se vuelve a replantear o revisar el tema. (En una tragedia, o en una comedia “loca", el héroe no aprende la lección y es condenado a morir o a repetir la experiencia). El final puede producir un shock o sorpresa -debe ser inevitable pero sorprendente.
C. Agrupación de los doce Pasos
Para simplificar su aplicación, estos PASOS pueden agruparse en cuatro partes (12):
Prólogo: El mundo ordinario/La llamada de la aventura/El rechazo de la llamada
Separación: El encuentro con el mentor/La travesía del primer umbral/Pruebas, aliados y enemigos
Iniciación: La aproximación a la guarida del enemigo/La odisea o calvario/La recompensa
Retorno: El camino de regreso/La resurrección/El retorno con la recompensa
Cada una de estas partes prepara para la parte siguiente. Debe notarse que el héroe comienza su periplo en el mundo ordinario, entra al mundo extraordinario, hace su hazaña en éste, y vuelve al mundo ordinario con la recompensa, que puede ser personal o comunitaria (ejemplos: el héroe se convierte en Rey o el héroe devuelve a la región la paz amenazada). También conviene aclarar que el mundo ordinario y el extraordinario pueden ser distintos o que el mundo ordinario, con motivo de la hazaña del héroe, se convierta en extraordinario, para, al final de la hazaña, volver a ser ordinario. Esto último ocurre en el ejemplo que pongo a continuación:

D. La aplicación de la estructura de Vogler a la obra Romeo y Julieta de Shakespeare
Veamos la aplicación de esta estructura a una obra muy conocida, Romeo y Julieta, de William Shakespeare (se utiliza la edición de Romeo y Julieta de Editorial Espasa Calpe, 10ª edición; traducción de Ángel Luis Pujante) (13).

1. El mundo ordinario: (págs. 1 a 9) Verona, regida por el Príncipe Della Scala, vive con desazón la rivalidad entre los Montesco y los Capuleto.
2. La llamada de la aventura: (págs. 9 a 15) Romeo, enamorado de una tal Rosalinda, se entera de que ésta va a asistir a una fiesta organizada por los Capuleto y decide ir.
3. El rechazo de la llamada: (págs. 15 a 20) La señora Capuleto, madre de Julieta desea casar a su joven hija con el conde Paris (acontecimiento que no la emociona, precisamente). Mientras tanto, Romeo duda si debe asistir a la fiesta.
4. Encuentro con el mentor (Consejos del mentor): (págs 20 a 28) Julieta pide consejo a su ama y Romeo se sincera con su amigo Mercucio, que le convence para acudir a la celebración.
5. La travesía del primer umbral (Cruzando el primer puente): (págs 28 a 30) En la fiesta, Romeo conoce a Julieta y ambos quedan prendados.
6.-Pruebas, aliados y enemigos: (págs. 30 a 59), Ambos enamorados se enteran de que pertenecen a familias rivales. Tebaldo, primo Capuleto de Julieta, descubre la presencia de Romeo y Mercucio en la fiesta y jura venganza. Romeo y Julieta se ven a escondidas en el balcón. Romeo acude en busca de Fray Lorenzo. Con la complicidad del fraile y del ama, Romeo y Julieta se casan en secreto.
7. La aproximación al enemigo (En lo más profundo del pozo): (págs. 59 a 65) Tebaldo se enfrenta a Mercucio y le da muerte. Romeo, aún a su pesar, venga la muerte de su íntimo matando a Tebaldo.
8. La odisea o calvario (El Orden Supremo): (págs. 65 a 72) Los padres de ambos, Montescos y Capuletos, acuden al Príncipe de Verona para que imponga justicia y éste, condena a Romeo al destierro. Julieta es informada del lance, pero aún así le sigue amando.
9. La recompensa (Se vislumbra la recompensa): (págs. 72 a 92) Sin dejarse abatir, Romeo, ayudado por su fiel Fray Lorenzo, trama un plan para encontrarse con Julieta y huir juntos. Los enamorados se despiden en el balcón. La señora Capuleto informa a su hija de su próxima boda (dentro de tres días) con el Conde Paris.
10. El camino de regreso (La vuelta a casa): (págs 92 a 98) Julieta acude a informar a Fray Lorenzo de los planes de su madre y éste le proporciona un bebedizo que la supondrá muerta, de forma que, una vez en la cripta, pueda encontrarse con su esposo. Él mismo se encargará de avisar a Romeo.
11.-Cruzando el segundo puente: (págs. 98 a 99) La señora Capuleto decide anticipar la boda de su hija para el día siguiente con lo que Julieta, para no cometer bigamia, bebe la pócima con un día de anticipación según lo previsto.
12.-La lucha final: (págs. 99 a 111) Aparentemente, Julieta muere y los Capuleto llaman a Fray Lorenzo para celebrar las exequias. El fraile no puede avisar a Romeo del engaño. Baltasar, un criado de los Montesco, informa a Romeo de la muerte de su amada. Romeo compra un veneno (de los que matan de verdad) a un boticario para utilizarlo en caso de que sea verdad.
13. Resurrección (Muerte y Resurrección): (págs 111 a 120) Julieta es llevada a la cripta. Romeo entra en el mausoleo y, creyéndola muerta, decide beber un veneno poniendo fin a su vida. Julieta despierta de su sopor temporal y descubre a su esposo muerto. Ante la perspectiva de vivir una vida sin amor, se suicida con el puñal de su amado confiando encontrarlo en el Más Allá, donde puedan disfrutar de su amor eternamente.
14. El retorno con la recompensa (Retorno al paraíso): (págs 120 a 125) En presencia del Príncipe de Verona, sus familias, conocedoras de la tragedia y escarmentadas con la acción ejemplarizante de sus hijos, deciden poner fin a sus querellas y no volver a enemistarse nunca más.
Noten que los PASOS 11 y 12 crean complicaciones antes de llegar a la muerte de los dos protagonistas; una de estos pasos es la entrada a un segundo umbral.
La obra teatral de Shakespeare se ha hecho inmortal por su tema sobre el amor entre dos adolescentes separados por el odio entre sus dos familias. Este tema se ha proyectado a través del tiempo como el principal de la obra. Con la aplicación de la estructura del viaje del héroe de Volger, nos damos cuenta que la obra tiene dos temas contrapuestos, o un tema principal y un subtema de apoyo. El tema principal es la paz obtenida con mucho sacrificio: el de los amantes que deben morir para que Verona recupere la paz. El tema de los amantes impedidos de amarse resulta ser el tema contrapuesto o el subtema. El tema principal se inicia en el mundo ordinario, con pleitos entre Montescos y Capuletos y protestas de la gente por el desorden provocado. Se entra al mundo extraordinario en el segundo tema, cuando Romeo, el héroe, conoce a Julieta, se enamora y decide casarse con ella. Llega a su punto culminante cuando Romeo, casado con Julieta, trata de lograr que las dos familias se reconcilien. No lo logra, ya que Tebaldo, un Montesco, mata a Mercucio, primo de Romeo. Todo lo que sigue es consecuencia de esta ación. El mundo extraordinario termina cuando los amantes mueren. La obra vuelve de nuevo al mundo ordinario en el gran final, cuando el Príncipe de Verona proclama la paz entre las dos familias. En definitiva, es la comunidad la que, con la muerte de los amantes, se beneficia con la paz. El héroe Romeo, con su hazaña y sin proponérselo, ha logrado la recompensa que todo el mundo deseaba.
En cuanto a la inclusión de un segundo umbral y otras variaciones a la estructura de Vogler, éstas son imprescindibles para que todas las historias no sean iguales, y deberá hacerlo cada escritor que adopte esta estructura para su obra.

NOTAS
1. Roig, Carmen. Diferencias entre cuento y novela. Google:
http//www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/diferen.htm
2. Bosch, Juan. Cuentos más que completos. Prólogo de Sergio Ramírez. México D. F. Ediciones Alfagura. 2001. Pp. 14-15.
3. Sánchez-Mesa Martínez, Domingo. “Bajtín ante la semiótica de la cultura”.
Google: http//www.ugr.es/~mcaceres/Entretextos/entre3/domingo.htm
4. Meschonnic, Henri. Crisis del signo. Política del rimo y teoría del lenguaje. Traducción de Guillermo Piña-Contreras. Santo Domingo. Ediciones Ferilibro, 2000. P. 16.
5. Lauer, Robert R. “Análisis de la novela”. Google:
http://faculty-staff.ou.edu/L/A-Robert.R.Lauer-1/Novela.html
6. Kohan, Silvia Adela. Cómo se escribe una novela. Barcelona. Plaza &Janés Editores, S. A.,19989. Pp, 56-57
7. Dominicana on line. Oct. 2007. Google:
http//www.dominicnaonline.org/portal/espanol/cdo_noti506.asp
8. Carrillo Martínez, José Carlos. “Características de la novela”. Google:
http://personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/JoseCarlosCarrillo/GenJCCLaNovela.htm
9. “El Héroe de las Mil Pantallas”
http://ludosofia.com/2007/10/01/el-heroe-2/
10. “El Héroe de las Mil Pantallas”. Ibídem.
11. “Los 12 Pasos de Vogler”. Google: http://elviajedelheroe.blog.com/2030968/
12. “ El Héroe de las Mil Pantallas”. Ibídem.
13. “El viaje mitológico de Vogler. Google:
http//losmuertosvandeprisa.blogspot.com/2007/12/domingo-el-viaje-mitolgico-de-Vogler.html.

15 Los procesos creativos en la literatura (elementos comparativos entre la cuentística de Juan Bosch y la de Virgilio Díaz Grullón)


Juan Bosch

Virgilio Díaz Grullón

LOS PROCESOS CREATIVOS EN LA LITERATURA
(elementos comparativos entre la cuentística de Juan Bosch y la de Virgilio Díaz Grullón)


Grupo Mester de la Academia Dominicana de la Lengua
Conferencia dictada el 5 de julio de 2007
Academia Dominicana de la Lengua

Feria Internacional del Libro
25 de abril de 2008
Pabellón de Autores Dominicanos

INTRODUCCIÓN
La literatura es uno de los quehaceres humanos con los que el hombre produce efectos y objetos que le sirven para vivir y sobrevivir. Está considerada un arte, es decir, está calificada entre los productos más representativos del hombre, aquellos que confirman el extraordinario hecho de su racionalidad. El hombre piensa, elucubra y, como resultado, manipula su entorno de acuerdo a las circunstancias que lo asedian. Para manejar su entorno, el hombre improvisa con su intelecto, inventa, crea. Es notorio que en este proceso de creación o invención de cualquier elemento que maneja el hombre, este comienza con soluciones simples, a veces grotescas, y concluye con estilizaciones que demuestran su capacidad imaginativa y estética.
A través de dos maestros cuentistas dominicanos, demostraré cómo este proceso se manifiesta en la literatura de la República Dominicana a partir del momento en la década de 1930 cuando se crea el cuento contemporáneo en la República Dominicana. Estos maestros son: Juan Bosch (1909 – 2001) y Virgilio Díaz Grullón (1924 – 2001).

PRECEDENTES
El precedente histórico más antiguo sobre este proceso no lo encontramos en la narrativa, sino en la poesía. La obra literaria que tiene mayor reconocimiento como obra fundacional de la civilización occidental eurocéntrica es La Ilíada, atribuida a Homero (siglo IX antes de Cristo). También a Homero se le atribuye La Odisea. Sin embargo, en su introducción a esta última obra, el crítico José Alsina, poniendo en duda esta supuesta autoría de las dos obras por un mismo autor, las compara de la siguiente manera: “El lector de La Ilíada sabe muy bien que, en ella, el curso de la acción sigue un claro proceso rectilíneo. Jamás el poeta se detiene para hacer marcha atrás. Los episodios siguen un proceso lineal, que se precipita en los últimos cantos del poema para conducirnos rápidamente al desenlace. Nada de eso ocurre en La Odisea. Su autor es un poeta de genio que, aunque ha aprendido posiblemente su técnica del autor de La Ilíada (aquí Alsina da a entender que no es el mismo autor), ensaya sus propios medios, dándonos una obra originalísima, tanto en la concepción como en la estructura” (1). “En definitiva, las dos obras siguen estilos muy diversos: la primera adopta la narración lineal o ficción tradicional del ochocientos, hoy en día considerada superada, en contraposición con la otra, que asume la narración compleja o ficción experimental considerada el requerimiento de la contemporaneidad. Es interesante cómo estos planteamientos se presentan en todas las épocas del acontecer literario, siempre y cuando guardemos las distancias ante la complejidad del desarrollo de la literatura narrativa de Homero a la de hoy” (2).
En la literatura española, la obra cumbre es la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616), publicada en 1605, descrita por expertos de la siguiente manera: [Cervantes fue] capaz de renovar todos los géneros narrativos de su tiempo (caballeresca, pastoril, bizantina, picaresca, cortesana, etc.), y esto lo hizo con su indudable genio creativo, pues la novela se entendía por entonces a la italiana, como relato breve, y no estaba contemplada teóricamente en las retóricas. La fórmula novelesca empleada hay que ir a buscarla a sus propias obras, y no pasa de unas cuantas claves que han sido inteligentemente sistematizadas por Riley: verismo poético de los hechos, admiración de los casos, verosimilitud de los planteamientos, ejemplaridad moral, decoro lingüístico, etc. Son los mismos principios, por otro lado, que rigen en el resto de sus creaciones, siempre situadas en esa franja mágica que queda a caballo entre la vida y la literatura, la verdad y la ficción, la moral y la libertad... (3). Otro crítico añade dos claves más: la primera, salvaguarda de la organicidad del conjunto, bien que sometida al principio barroco de la unidad en la variedad; y la segunda, el punto de partida épico (…), fundado en la realidad más cotidiana (…), que estaba llamado a convertirse, sencillamente, en el patrón de la "novela moderna” (4).
A una manera que existía de escribir con sencillez, Cervantes propone el cambio hacia lo complejo, sujeto al movimiento cultural de su época, el barroco, un término que se deriva de la complicación arquitectónica impuesta a la simplicidad del Renacimiento y que se aplica a todo arte excesivamente recargado de adornos (5).
Para tratar la actualidad literaria, es imprescindible tomar en consideración los movimientos literarios que caracterizaron el siglo XIX y continuaron con las vanguardias durante el siglo XX. La diferencia entre estos es que cada uno establece la manera de dar sentido al tema y su relación con la forma. A toda esa época literaria que coincide con el desarrollo industrial en el mundo, se le considera la época de la modernidad. En la actualidad estamos bajo un paraguas cultural muy amplio calificado de postmodernidad literaria que, según algunos críticos, comenzó a mitad de siglo XX, en 1941, con las muertes de James Joyce y Virginia Woolf (6).
Con el fin de comparar las obras de los dos autores escogidos, usaré algunas claves, algunas de ellas ya mencionadas, aplicadas a la obra de Cervantes, otras escogidas por mí para demostrar la tesis propuesta. Estas claves son:
1) Obra fundacional
2) Movimiento literario a la que pertenece la obra.
3) Consideración de estima por parte del autor del tema y el sujeto presentado en la obra.
4) Adecuación del estilo de la obra literaria al género, al tema y a la condición social de los personajes.
5) Salvaguarda de la coherencia de la obra.
6) Punto de partida de la obra, fundado, o no, en la realidad más cotidiana.
7) Imagen y lenguaje en la obra.
8) Correspondencia entre sentido y forma en la obra.

SOBRE LA OBRA CUENTÍSTICA DE JUAN BOSCH
En la República Dominicana, Juan Bosch es el autor fundacional del cuento contemporáneo. Antes de 1930, había un dominio de la estampa, la anécdota, la sátira política o el cuadro de costumbres (7). Bosch transformó las viejas imágenes de la vida campesina (8) y dio a los narradores dominicanos una nueva manera de manejar el sentido, aunque no introdujo variantes a la forma, ya que la gran mayoría de sus cuentos son lineales, obligados a seguir el canon, propuesto en su obra Apuntes sobre el arte de escribir cuentos, de que el relato debe tener un hecho-tema único y una “fluencia constante” (9), lo cual ya habían concebido grandes autores de cuentos como Edgar Allan Poe. Bosch inició un movimiento literario sin precedentes en la República Dominicana, donde el cuento se ha desarrollado hasta alcanzar niveles universales.
Bosch es considerado por los críticos internacionales como “criollista”, es decir, perteneciente al “criollismo”, el movimiento literario hispanoamericano que influyó en los escritores latinoamericanos de principio del siglo XX (10). “La Primera Guerra Mundial destruyó la ilusión de los modernistas de una Europa que representaba la cultura frente a la barbarie americana. La intervención armada y económica de los Estados Unidos en Latinoamérica contribuyó a despertar la conciencia nacional de los jóvenes literatos. Los criollistas ubicaban sus novelas y sus cuentos en las zonas rurales donde vivían los representantes más auténticos de la nación: el campesino mexicano, el llanero venezolano, el indio peruano, el guajiro cubano y el jíbaro puertorriqueño. En la primera etapa del criollismo, 1915—1929, predomina el tema de civilización contra barbarie en que el hombre culto de la ciudad se enfrenta al atraso y a la violencia de la zona rural… En cambio, en las obras criollistas de 1930—1945, la crisis económica de 1929, con la popularidad subsiguiente de las ideologías izquierdistas, intensificó la protesta social dirigida contra los explotadores “civilizados” de la ciudad, tanto nacionales como internacionales…” (11). Bosch pertenece a este segundo grupo.
Hay dos fuentes literarias de donde el criollismo pudo recibir influencia para definir su contenido: el naturalismo francés del siglo XIX (Guy De Maupassant, Emilio Zola y los hermanos Goncourt), que se basaba “en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares” (12), y el “realismo social” latinoamericano de principios del siglo XX, un movimiento estético que aúna la literatura y las artes plásticas (murales mexicanos de Rivera y Siqueiros), y que posiblemente deriva del realismo socialista soviético, ya que muchos de sus mentores eran afiliados a los partidos comunistas de sus respectivas naciones (13).
En Italia el naturalismo francés se maneja con criterios muy particulares, y es llamado verismo. En el verismo italiano “se presenta un mundo campesino pobre y muy retrasado, visceralmente ignorante, supersticioso e íntimamente anclado a los prejuicios, aunque moralmente sano.... Tal situación induce al verismo hacia un pesimismo sustancial, que ve en el progreso un mecanismo destinado a chupar a los más débiles… (La obra)… de esquema… verista es siempre de argumento contemporáneo o, de todos modos, no muy lejano en el tiempo. Las descripciones de los ambientes naturales o humanos son precisas y minuciosas. El evento se desarrolla en un ambiente generalmente restringido, estudiado y descrito con precisión, para tomar los tratos característicos que determinan el comportamiento de los personajes de los cuales se profundizan con precisión "científica" los precedentes, las eventuales taras familiares y las condiciones económicas. Ambientes y hechos son vistos con los ojos de los personajes y son transformados con un léxico y un estilo que tiende a reproducir de lo que se habla, ya que la Lengua imita lo hablado conectado a las oportunas condiciones sociales y regionales, colorándose o contaminándose frecuentemente del dialecto” (14).
Esta descripción puede adoptarse para examinar los cuentos de Bosch. En un estudio comparativo entre un cuento de Giovanni Verga, el autor más representativo del verismo italiano, y uno de Bosch, pudo establecerse claramente esta correspondencia (15). Sin embargo, el paralelismo llega más lejos. De la misma manera que los italianos, instalada la República a fin de siglo XIX, tuvieron que mirarse hacia adentro, ver lo que tenían, con qué contaban, cuáles eran los problemas que debían resolver, los latinoamericanos, a principios de siglo XX, tuvieron que hacer lo mismo. En la década de 1930, a nivel cultural, surgió la influencia ideológica de la revolución mexicana, admirada por todos, con sus propuestas de liberación socialista. En la literatura, comenzaron a publicarse las obras descarnadas que correspondían a esas denuncias y soluciones sociales.
El criollismo que trabaja Bosch es básicamente descriptivo. El autor interpreta un mundo exterior que influye en las actitudes de los personajes, pone a estos en una situación dada y describe sus reacciones. Sea contada por un narrador omnisciente o en primera persona, la acción parte de una reacción estimulada por un elemento externo. En la mayoría de las ocasiones hay que interpretar cuál es el discurrir de los personajes al tomar sus decisiones.
En Bosch también aparecen las tendencias de lo real maravilloso y del realismo mágico, Aunque algunos las consideran una misma, estas tendencias son más conocidas diversificadas en las obras publicadas de Alejo Carpentier, la primera, y de Gabriel García Márquez, la segunda. Se trata de un manejo realista del paisaje, los ambientes, los personajes, las escenas, las acciones, hasta que aparecen elementos que comienzan a no tener contrapartida con la realidad. La mayoría de las veces estas irrealidades vienen como producto de la alucinación de un personaje o de una comunidad, aunque no se presentan como tales, sino como producto de la experiencia que vive el personaje o la comunidad. En el cuento “El muerto estaba vivo”, basado en la creencia popular de que un muerto vuelve para vengarse de los vivos que lo han ofendido, Bosch entra en lo real maravilloso. Los protagonistas de este cuento son hombree comunes y corrientes que viven una experiencia irreal. Hay algunos cuentos más en esta vertiente, como “La bella alma de don Damián”.
Con el cuento “La mancha indeleble” Bosch se introduce en otra tendencia muy desarrollada en Latinoamérica, la de lo fantástico rayando en lo absurdo, aunque lo hace como metáfora, para desarrollar el tema del hombre que se atreve a desafiar el autoritarismo, como se atrevió a hacerlo él frente a la dictadura de Rafael Trujillo. Un hombre entra a una habitación y le piden que entregue la cabeza, nota en vitrinas miles de cabezas y por los alrededores sus cuerpos andando sin ellas, decide escapar, lo hace, etcétera.
Dado que la gran mayoría de sus cuentos están trabajados bajo la vertiente criollista, entendemos que Bosch debe ser considerado como el más extraordinario escritor de la modernidad dominicana.
Ahora bien, el genio de Bosch no está en que haya adoptado un movimiento literario o una tendencia dada, si no en cómo lo hizo. Este razonamiento puede aplicarse a Virgilio Díaz Grullón, el otro autor escogido.
No hay dudas que Bosch tenía una gran simpatía por la causa de los desamparados. En 1963, cuando fue Presidente de la República, la Constitución que hizo aprobar por el Congreso Nacional iba dirigida a comenzar la eliminación de esas grandes diferencias que había (y hay) entre la clase dominante y la clase dominada. Sus cuentos son una denuncia de las relaciones entre las clases; también son revelaciones sobre las situaciones que se dan entre los integrantes de una misma clase. El tema del conjunto de sus cuentos es la miseria humana y los temas individuales son ilustraciones de cómo se verifica esta miseria en instancias particulares ocurridas a sus personajes. El sujeto es el campesino dominicano, el obrero, los pequeños empresarios y sus explotadores. Sus temas son evidentes y, hasta cierto punto, tienen características de moraleja, de enseñanza, de demostración. Entre otros, aparecen como temas individuales: la desconsideración del patrón al asalariado (“Los amos”); la solidaridad entre asalariados pobres (“Camino real”); la lealtad, aunque signifique mayor sufrimiento para quien la practica (“La mujer”); el hado, que contribuye a empeorar lo que es ya deplorable (“La Nochebuena de Encarnación Mendoza”). En todos sus cuentos, se siente ese convencimiento de que la humanidad debe ser rescatada, y que la vida debe y puede vivirse con dignidad.
Bosch es el defensor de una clase social a la cual él no pertenece. Dentro de esa clase es inclusivo, trata a todos sus personajes sometidos a una situación de subordinación y de desamparo. Sus finales sorpresivos son casi siempre reacciones inesperadas de los personajes frente a una situación de acoso. Hasta cierto punto, es una demostración de la estima del autor por esta clase, ya que con ello demuestra que hay posibilidades de que, eventualmente, estos personajes puedan reaccionar y enfrentar los requerimientos para su propia mejoría.
Las características estilísticas en los cuentos de Bosch van acorde a las reglas que el autor ha propuesto para su realización. El total del cuento relata un sólo hecho, sin desvíos, aunque con algunas posibles complicaciones en algunos de ellos, como en el caso de “La Nochebuena de Encarnación Mendoza”, en que hay dos historias paralelas, el del padre que busca a su familia y el del hijo que teme al posible muerto que amenaza el paraje rural donde vive. Sus relatos son lineales y secuenciales, lo cual conlleva a otro de los señalamientos de Bosch, el de la “fluencia constante”. Hay pocas metáforas. Las oraciones son cortas o no muy largas. En los diálogos entre los campesinos se usa la deformación dialectal del español hablado. En cuanto al tema, es uno sólo, tratado en base al desarrollo de la trama, a las caracterizaciones de los personajes y a las descripciones del paisaje y los ambientes, todo enmarcado en la condición social del personaje principal, casi siempre un campesino.
Los cuentos de Bosch son coherentes en su correspondencia entre el tema y su desarrollo. También lo son en la relación del espacio y el tiempo de la trama contada. En el cuento “La Nochebuena de Encarnación Mendoza”, donde, en las dos historias paralelas, podría darse un lapso, los tiempos y los recorridos de los personajes principales, el padre y el hijo, coinciden totalmente. Se trata de lo siguiente: El padre, un convicto, anda huyendo y quiere pasar la Nochebuena en su casa, con su familia; al amanecer del 24 se esconde entre los cañaverales para esperar la noche y alcanzar su casa. Ese mismo amanecer, el hijo sale de la casa; encuentra al padre sin reconocerlo y lo cree muerto. Podría pensarse que si el hijo tuvo esa facilidad de encontrar al padre en un recorrido que no parece muy largo desde donde salió, el padre pudo hacer un esfuerzo supremo para llegar a su casa antes de que amaneciera; pero entonces, no habría cuento. Además, por su coherencia conceptual, este cuento es quizás uno de los mejores de Bosch.
Todos los cuentos de Bosch describen una realidad social que se presenta a través de las condiciones económicas de los personajes y en las actitudes y las relaciones entre ellos; también en los lugares y ambientes donde se encuentran. Son realistas en cuanto esa realidad se describe crudamente, dentro de la cotidianidad en que viven.
Las imágenes que surgen de la cuentística de Bosch son nítidas, sin dobleces. La mayoría de las veces vienen de las relaciones entre los personajes, y entonces encontramos la violencia, la terquedad, la amistad, el amor, en acciones bien definidas. Pocas veces hay descripciones de paisajes; cuando los hay, el autor lo hace con parquedad y gran belleza lírica. A veces Bosch detalla con mucho cuidado la fisonomía o la facha de un personaje o algún artefacto que este maneja, para que el lector lo capte tal como el autor lo quiere; también puede describir con cuidado un ambiente, para ubicar la acción adecuadamente. La secuencia de escenas es continua, concatenada, de acción. Hay pocas reflexiones de conciencia; si el autor siente que debe hacerlo, prefiere expresarla a través de un personaje. Sin embargo, cada cuento, en su totalidad, es un planteamiento para el llamado a la conciencia del lector, con el fin de obligarlo a enfrentar esa realidad social que a lo mejor este desconoce o quiere ignorar.
En estos cuentos, sentido y forma se manejan para apoyarse mutuamente, de manera que haya claridad conceptual. Encontramos sencillez en la adopción del lenguaje de manera que no existan dobles sentidos, aunque sí, sentidos que el lector deberá descubrir. Hallamos verosimilitud; las imágenes son las que son, sean estas: descripciones, paisajes, ambientes, acciones, actitudes, sentimientos, no se pretende que signifiquen otra cosa de lo que el autor propone. Para mantener la simplicidad de la propuesta, la forma es directa, continua, secuencial, sin ambigüedades ni circunloquios. El cuento entra enseguida en la acción y atrapa el interés del lector. Normalmente, en una escena hay sucesivamente, manejados con fluidez, la descripción de una acción y la animación de un diálogo. Las explicaciones son compactas, interesantes. La descripción de una acción dada es impecable, a veces, sencillamente genial, como en el cuento “Mal tiempo”, que trata el viaje por el río del muchacho que persigue un tronco en un cayuco y tiene que vérselas con las oleadas de una inundación. Con una técnica descriptiva concisa y tenaz, Bosch crea en el lector la misma angustia por la que pasa el personaje.

SOBRE LA OBRA CUENTÍSTICA DE VIRGILIO DÍAZ GRULLÓN
En la República Dominicana, Díaz Grullón no es el autor fundacional de la literatura sicológica ni de la fantástica o de lo absurdo, las dos vertientes literarias en que se clasifican sus cuentos; pero sí es el autor que, en el cuento, desarrolla estas vertientes al máximo de sus posibilidades.
Para tratar la literatura sicológica de Díaz Grullón damos la siguiente definición: “En el cuento sicológico, por lo general, el proceso asociativo, analítico, etc., del inconsciente es igual o tiene mayor importancia que el evento externo -es decir, el evento que se cuenta se registra subjetivamente en la mente del protagonista. Así en el cuento sicológico, es muy común que el cuentista enfatice la vida subjetiva y emocional del protagonista”. Esta definición aplica al manejo que hace Díaz Grullón de sus cuentos sicológicos. “En inglés, los mayores exponentes (del cuento sicológico) fueron… Katherine Mansfield (Nueva Zelandia, 1833 – 1933), James Joyce (1881 – 1941) y William Faulkner (1897 – 1962). En italiano, Alberto Moravia (1907 – 1961) y Cesare Pavese (1908 – 1950). En español, los mayores exponentes han sido, quizás, Eduardo Mallea, Juan Carlos Onetti, Filiberto Hernández y Mario Benedetti” (16). Es a estos grandes autores que se iguala Díaz Grullón. Si aceptamos que la postmodernidad comienza en 1941, varios de estos autores vienen de la modernidad, otros de la postmodernidad, lo que significa que la literatura sicológica se montó a caballo sobre los dos períodos.
En cuanto a la literatura de lo absurdo, un crítico señaló sobre la obra de Franz Kafka (1883 – 1924), iniciador de esa vertiente literaria, que su prosa “no se distorsionaba jamás. Había una lógica, una naturalidad, un razonamiento tan claro y veraz en los acontecimientos reales o imaginarios que nos presentaba... que tornaba hasta lo aparentemente más delirante y absurdo en una verdad irrefutable” (17). Esta definición aplica a la obra de lo absurdo de Díaz Grullón. El surrealismo o la literatura de lo absurdo o realidad fantástica puede considerarse también a caballo de los dos períodos, modernidad y postmodernidad, ya que Kafka murió en 1924, pero su influencia perdura hasta el día de hoy.
Por su incursión a partir de 1958 en las vertientes sicológica y de lo absurdo de la literatura universal, podemos considerar a Díaz Grullón como uno de los grandes autores de la postmodernidad dominicana.
El tema principal que Díaz Grullón trata en su obra es la insatisfacción del hombre con la vida, sus acechos y sus perfidias. Los sujetos más tratados en sus cuentos son miembros de la clase alta y media, niños y adultos con algún problema de indefinición subjetiva o de locura. “Ser niño y no entender al hombre; no entender al hombre y serlo; ser hombre y encontrar tan sólo la muerte —en este silogismo descabellado se mueven sus personajes, niños y hombres socialmente normales, aunque síquicamente inseguros o inestables, a veces incomprensibles, descritos con un realismo que raya en el hiper realismo, tanto cuando nos conduce por vericuetos temáticos esencialmente (sicológicos), como cuando lo hace dentro de un periplo ingeniosamente surrealista o de lo absurdo” (18).
El tema de la muerte está presente en muchos de sus cuentos. “En los catorce cuentos de Crónicas de Altocerro (19), sólo dos de ellos dejan de tratar la muerte, aunque en varios hay que entender a qué modalidad de la muerte se refiere el autor. Podemos dividir estas modalidades en dos grandes grupos biológicos: el de la muerte natural y el de la muerte violenta; en estos dos grupos la persona expira y se inicia inmediatamente la descomposición de su cuerpo. Pero podemos señalar, también, un tercer grupo: la muerte sicológica, donde el cuerpo del individuo sigue ejerciendo todas sus funciones biológicas, pero su mente se ha trasladado a otra dimensión, desarraigada de la realidad, o, por lo contrario, donde el individuo vuelve de la irrealidad a vivir la vida consuetudinaria y aborrecida de todos los días. Tenemos, finalmente, un cuarto grupo, donde la muerte es utilizada como recurso literario por el autor; se trata de la muerte no especificada, que sólo se constata por sus efectos. Díaz Grullón juega con los cuatro grupos” (20).
En “Cómo matar un ratón”, el primer cuento escrito por Díaz Grullón ya adulto (21), el tema es lo propicio que es destruir todo lo dañino, sea una alimaña o un ser humano. Junto con “Edipo”, es uno de los pocos cuentos que hace referencia a la dictadura de Rafael Trujillo, contra la cual el autor combatió. En “Edipo”, el tema es la desesperación por superar la etapa del autoritarismo; en “La enemiga”, es el egoísmo que llega al extremo de matar, con tal de lograr sus fines; en “El reloj”, es la necesidad íntima de sustituir afectos cuando uno de ellos, como el de la madre, desaparece; en “El pequeño malvado”, es la amenaza a la inocencia de la niñez cuando se conozca la verdad. En todos estos cuentos manejados dentro de la tendencia sicológica, hay una introspección subjetiva donde el sujeto, el niño o el hombre, presenta sus dudas y sus desazones.
En la tendencia de lo absurdo los temas se mantienen hacia lo inadecuado de la vida. En “Más allá del espejo”, el tema es la búsqueda de una vida mejor, donde el protagonista “prefiere vivir en otro mundo a seguir en el que está… dentro de una situación muy similar a la que corresponde a la creencia cristiana de una nueva vida después de la muerte” (22). En “Círculo”, es “el terror como el elemento fundamental (de la vida), terror por contraste, terror por la imposibilidad del protagonista de manejar (una) experiencia alucinante como hacía con su vida usual, donde éste disponía de lo que haría en cada momento” (23).
Díaz Grullón tiene consideraciones muy definidas sobre los temas y sujetos que trata. Cuando se le señala la supuesta poca importancia de los temas (ya hemos determinado que no es así), sobre todo en su primer libro, Un día cualquiera, en que maneja situaciones muy triviales, el autor aclara “para mí, la importancia del hecho no reside en el hecho en sí, sino en la capacidad de ese hecho para generar una reacción de interés en el carácter, en la personalidad de aquel que lo afronta” (24). Es decir, para el autor, no hay temas ni hechos triviales, todo está en cómo el sujeto reacciona ante las situaciones que enfrenta y cómo estas se presentan al lector. Aunque en algunos cuentos Díaz Grullón trata sujetos de las clases más bajas, su preocupación está en los de la clase media o de la alta, a la cual él pertenece; su propósito es presentar las zozobras interiorizadas de las personas que lo rodean, con las cuales se trata todos los días. Su obra no es crítica pero sí cruda. Pretende dar a conocer los problemas de esas clases sociales, supuestamente sin enjuiciarlos, aunque con el sólo hecho de escogerlos para su exposición hay ya un juicio de valor. Hasta cierto punto en su obra se siente una corriente de simpatía, de identificación, hacia estos personajes mortificados por los avatares de la existencia. No hay maltrato hacia ellos, sólo concretización de sus percepciones, sean estas normales o anormales.
El cuento sicológico y de lo absurdo que desarrolla Díaz Grullón requiere introspección. El autor tiene que meterse dentro del personaje y asumir la responsabilidad de su actuación. El personaje se encuentra en un entorno que percibe a través de la situación emocional en que se encuentra. Díaz Grullón admite que su obra se somete a la corriente de la psicología llamada behaviorista o conductivista, adoptada, según él, por autores como Hemingway. Sobre cómo la aplica a su obra, dice lo siguiente: “El relato siempre lo hace un (narrador) neutro, que no interviene en nada, no opina, no lleva de la mano al lector ni le infunde, ni insufla ninguna idea. Se limita a fotografiar la realidad, como si fuera una cámara de cine. El autor se limita… a narrar los hechos…”. El autor no pretende “conducir del cabestro” al lector, sólo presentarle los hechos para que los juzgue (25).
Hay otra influencia que Díaz Grullón percibe en su obra, la de la novela policíaca. “Yo siempre he sido un apasionado del cuento y de la novela policíacos, desde muy joven… Las lecturas asiduas influyen mucho en la manera de escribir, en la manera de plantear los problemas. El final sorpresivo… es una característica de la literatura policíaca. En las novelas policíacas no se conoce el asesino hasta el último capítulo, y siempre existe un desafío al lector…” (26).
Estas influencias, más otras que el autor acepta, como la muy prominente de Bosch, Kafka, Hemingway, Cortázar… hacen que Díaz Grullón cree un estilo consecuente con el género, el tema y la condición social de los personajes. Como Bosch, Díaz Grullón entra directamente en la acción, a veces de una manera activa, como con la frase: “¿Por qué no te casas, tía Julia?”, del cuento “Martillazos en la noche” (27); en otras, reflexiva, como con la frase: “Soy un hombre ordenado. Extremadamente ordenado y cuidadoso”, del cuento “Círculo” (28). En ambas frases, aparece la génesis del cuento, la propuesta de su contenido. En la opinión de un escritor dominicano, hay “dos características que son esenciales en la obra narrativa de Díaz Grullón: sencillez expresiva y concisión o, lo que viene a ser lo mismo, una tendencia decidida por la frase precisa, breve, de muy escasa adjetivación, que huye de los incisos y del rebuscamiento y en la que no hay cabida, salvo en muy raros casos, para espejismos metafóricos ni complejidades sintácticas” (29). Mientras algunos críticos, incluyendo a Bosch, proponen que Díaz Grullón inscribe la literatura dominicana en el tema urbano, otro escritor dominicano ve en su obra “una unidad de vida donde el dominicano no está dividido entre el hombre de campo y el de la ciudad sino que constituye una amalgama de la que podemos obtener tipologías ambivalentes” (30). Esta condición se aprecia, sobre todo, en Crónicas de Altocerro, donde el lugar es un enclave urbano metido en una montaña, y sus habitantes son urbanos y rurales a la vez, como ocurría en las ciudades dominicanas hasta mitad de siglo XX. Sin embargo, en estos cuentos, en ningún momento el personaje, de la condición social que venga, actúa fuera de clase. En ningún momento el planteamiento de lo sicológico o de lo absurdo crea rechazo en el lector. En muchas ocasiones se siente el humor negro, el juego del autor con el lector.
Díaz Grullón mantiene en la mayoría de sus cuentos el tratamiento de causa–efecto predominante en la narrativa del siglo XIX, que tiene inicio, desarrollo, crisis y final. En casi todos sus cuentos, la crisis está, precisamente, en ese final inesperado que tanto le atrae. En algunas ocasiones el cuento se desarrolla en forma circular; finaliza donde comienza; y queda todo sin conclusión, sujeto a un nuevo comienzo. También utiliza la técnica de la regresión, que usó Alejo Carpentier en su cuento “Viaje a la semilla”: la historia comienza al final y vuelve linealmente en el tiempo, hasta el comienzo. El lenguaje de Díaz Grullón es el de un hombre educado, diestro en el uso de las letras, que no precisa utilizar palabras inusuales para deslumbrar a su lector, aunque podría hacerlo. Su poca estima por la metáfora viene, probablemente, de su deseo de lograr esa neutralidad conductivista que no admite posibles ambigüedades o interpretaciones asumidas.
Todos los cuentos de Díaz Grullón, hasta los más fantásticos, son coherentes. En “Círculo”, la secuencia de la transformación del personaje y su vuelta a la cotidianidad sigue una lógica que va, con toda naturalidad, de la realidad, a la irrealidad, de nuevo a la realidad. El cuento más difícil, “Punto de vista”, que leí varias veces para entenderlo, una vez captado, resulta aleccionador: un ser desprecia a otro por monstruoso sin darse cuenta que es más monstruoso que el otro. “No debemos burlarnos de los demás por sus defectos” es, quizás, un planteamiento moral que el autor no se propuso hacer.
A pesar de que sus cuentos responden a las corrientes sicológica y de lo absurdo y de que entran de lleno en la intimidad o subjetivismo de sus personajes, los puntos de partida de Díaz Grullón están fundados en la realidad más cotidiana. “Caín” expone las relaciones entre dos compañeros de la Primaria que se encuentran después de años que no se ven; el ambiente, el trato entre ellos, las introspecciones que se hace el narrador, todo es de una ordinariez que no prepara al lector para el final desolador, coherente con la reacción sicológica del narrador. “Más allá del espejo”, un cuento del absurdo, comienza en una tienda de antigüedades igual a cualquier otra conocida por el lector, que sigue con interés lo inesperado de la maniobra del personaje desde que pasa por delante de un espejo y no nota su imagen reflejada, hasta que entra al espejo para hablar con el ser que lo espera del otro lado.
La concisión de Díaz Grullón, con “una tendencia decidida por la frase precisa, breve, de muy escasa adjetivación”, hace que las imágenes que crea también sean concisas, aunque no tan breves, porque algunas son secuenciales, siguen una a la otra para crear la imagen totalizadora que, en el caso de los cuentos sicológicos, deberá ilustrar al lector para entender los apremios del personaje y, en el caso de los cuentos del absurdo, deberá abrumarlo para obligarlo a encontrar la razón lógica a lo ilógico de la situación. La secuencia de imágenes en “El pozo sin fondo”, de tendencia sicológica, da una idea al lector de cómo el niño se mueve en su ámbito, qué busca, cómo se entretiene y cómo, finalmente, encuentra un hecho real que lo ayuda a descifrar un hecho figurado que lo inquieta. La secuencia de imágenes en “Círculo”, de tendencia del absurdo, en la que el personaje se transforma y pierde su movilidad, es la misma que se obtiene con un grupo de fotografías que se pasan rápidamente una tras otra, una sobre otra, para crear la idea de movimiento (en este caso, de inmovilidad), el principio en que se basa la cinematografía.
En la relación entre el sentido y la forma, lo importante del sentido es el tema; cómo este se desarrolla; cómo, según se maneje de una u otra manera, se logra impactar al lector. De ahí la trascendencia de su relación con la forma. Hay estudiosos que consideran el sentido y la forma una misma cosa (31), ya que dar sentido a algo sin considerar la forma adecuada para hacerlo, no tendría los resultados que se proponen. En Díaz Grullón, esa secuencia de imágenes, ese ser conciso, ese tratamiento conductivista del cuento, logran una total correspondencia entre sentido y forma, ya sea en la interpretación lógica de una narración sicológica con un personaje que hace interiorizaciones y toma decisiones en base a éstas, ya sea en la visualización ilógica de una narración del absurdo, donde el personaje se deja llevar por la irrealidad interpretada como la realidad. Hay algo muy curioso en Díaz Grullón: debido a que el autor se precia de no pontificar y se cuida de no ser explícito, los temas de sus cuentos no son evidentes, tampoco hay en ellos propuestas de moralejas (no importa si un lector avispado las quiera encontrar), aunque sí aparecen situaciones humanas muchas veces desgarradoras. Esto hace que el lector se deleite en seguir la trama, en descifrar al personaje, en tratar de descubrir el final inesperado, y se olvide de que existe un tema que fusiona y le da coherencia al todo, por lo que le resulta tan grata la lectura que hace de la obra. Este manejo positivo de hilos ocultos como los que mueven a un títere es sencillamente genial.

CONCLUSIÓN
Entendemos que en la obra cuentística de Bosch se dan incursiones de lo simple a lo menos simple. En todos sus cuentos, Bosch mantiene las reglas que había propuesto: “persistir en el tema central; extraer al tema elegido las consecuencias últimas, con garra de animal de presa; hacer que el relato conserve el tamaño de su propio universo; no darle al relato medidas fraccionadas y distintas; y conseguir un final que sea siempre sorpresivo para el lector…” (32). Para mantener estas reglas, en sus primeros cuentos escritos antes del exilio (33) Bosch concibe cuentos directos, de temas perceptibles, basados en la realidad que viven los personajes, manejados dentro del criollismo. Algunos pretenden que con el cuento “Dos pesos de agua”, incluido en este período, Bosch se inicia en lo real maravilloso. Yo no estoy tan convencido. En este cuento aparecen las Ánimas del Purgatorio, seres irreales provenientes de la cotidianidad tradicional, nada fuera de lo común, aunque actúen fuera de contexto. Como cualquier autor de cuentos de hadas, ogros o gnomos, construidos para entretener o ilustrar, nuestro autor utiliza aquí un recurso de la imaginería popular religiosa con el propósito de presentar un tema sobre un principio muy valorado por los socialistas: la inutilidad de buscar soluciones a los males a través de la religión. Bosch sencillamente enriquece una tradición cuentística que viene de centurias. Ya en los cuentos escritos en el exilio, aparecen “El difunto estaba vivo” y “La mancha indeleble”, con sus influencias de lo real maravilloso y de lo fantástico absurdo. La diferencia entre “Dos pesos de agua” y estos cuentos es que, mientras en el primero los protagonistas son las Ánimas, personajes imaginarios que actúan de acuerdo a su irrealidad, en los otros dos los protagonistas son hombres comunes y corrientes que viven una experiencia irreal, pero humana, lo cual crea lo mágico, lo maravilloso en su realidad personal. “El difunto estaba vivo” y “La mancha indeleble” significan un cambio hacia la complejidad en el manejo de la imagen.
Hay, además, un cuento, que deja de tener ese relatar sencillo, consecuente, atractivo que Bosch maneja genialmente. Se trata de “El indio Manuel Sicuri”, en el que Bosch abandona el lugar de todos sus otros cuentos, la región del Cibao, y se mete por las “pétreas vertientes de los Andes” (34). Aunque impecable en su confección, su relato aquí es extenso, con descripciones y explicaciones que abruman al lector, acostumbrado al Bosch ágil y consecuente; es como si la falta de familiaridad con los ambientes y grupos sociales conocidos lo forzara a explayarse. Este cuento, además, es uno de sus más largos. Para claridad de la argumentación, hay que entender que estas complejidades en el recontar de Bosch fueron sólo digresiones a su vertiente principal, el criollismo, donde prácticamente, no hubo cambios de contenido y sí aumento de la riqueza expresiva. Estas digresiones son interesantes porque nos dan una idea de lo que hubiera podido ser el Bosch más maduro, el cuentista que se dedicó a la política.
En cuanto a Díaz Grullón, entendemos que trabaja con dos tendencias literarias secuenciales en el tiempo histórico que significaron un enriquecimiento en la narrativa universal. La introspección sicológica, iniciada en el siglo XIX por Stendhal como una asociación de ideas, culminó en el siglo XX con el monólogo interior de James Joyce. El absurdo de Kafka tenía precedentes en el siglo XIX en la narrativa de ciencia ficción de Julio Verne, pero es Kafka quien le da el sentido de una experiencia interior del hombre en su interpretación de la vida y lo lleva a una aventura sobrenatural y, en algunos casos, hasta metafísica, como en “La pareja”, de Díaz Grullón, donde un suicidio se convierte en una revelación del ser (35). Ambas tendencias implican un paso de complejidad en la narrativa del siglo XX. Esta narrativa, donde prevalecen las particularidades de la psiquis, es la más apreciada por los críticos como Milan Kundera y continúa con gran fuerza en el siglo XXI. Siguiendo esta línea, la mayoría de los críticos postmodernos consideran un retroceso literario adoptar las técnicas y los temas del siglo XIX, especialmente la linealidad y el historicismo. Asimismo, el “realismo social” desarrollado a principios del siglo XX es considerado “político”; para que tenga vigencia en la actualidad, debe “humanizarse”, es decir, debe ofrecer “respuestas desideologizadas a los problemas de miseria, desintegración familiar, drogas, delincuencia, paro, etc., que se dan en la sociedad de nuestros días” (36).
En la comparación entre las dos cuentísticas tratadas, en el caso de la de Bosch predomina la enunciación de confrontaciones entre los hombres como resultado de eventos exteriores, y en el caso de Díaz Grullón predomina la exposición de la realidad síquica del hombre. Es el paso a una complejidad temática apoyada en una estructura secuencial que eventualmente conducirá a los autores del cuento dominicano a la adopción de técnicas como el monólogo interior, la no continuidad del tiempo y el espacio, la intertextualidad y otras, de las cuales hacen uso autores de la década de 1960, como René Del Risco Bermúdez y Enriquillo Sánchez, quien además adoptará un surrealismo subjetivo e ilógico, ambos del Círculo Cultural El Puño, fundado en 1965. En la década siguiente, con una primera publicación de cuentos en 1978, surgirá Pedro Peix, quien, basado en la experiencia de los otros, incursionará en casi todas las técnicas de las vanguardias. Todos ellos son autores extraordinarios del cuento dominicano.

NOTAS
1) Homero, Odisea, Barcelona, Clásicos Universales Planeta, 1990.
2) Gautier, Manuel Salvador. “Una incursión tardía en el clasicismo. Principios, características, imágenes. Inicio del Período Clásico en la Literatura Griega y Universal”, Ensayos, en Pasión por la Literatura.
3) Miguel de Cervantes. autor de El Quijote de la Mancha. La Biografía. Dirección Google: www.aache.com/quijote/autor.htm - 35k –
4) Sevilla Arroyo, F. El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Enciclopedia Universal /Micronet/ 1998. Dirección Google:
http://www.aache.com/quijote/libro.ht
5) Pequeño Larousse Ilustrado. Editorial Larousse. 1969. P. 137.
6) Postmodern literature. Wikipedia, the free encyclopedia. Dirección Google:
http://en.wikipedia.org/wiki/Postmodern_literature
7) Céspedes, Diógenes. “Los cuentos dominicanos más sobresalientes del siglo XX”. Ob. Cit..
8) Céspedes, Diógenes. “Los cuentos dominicanos más sobresalientes del siglo XX”. Ob. Cit..
9) Céspedes, Diógenes. “Los cuentos dominicanos más sobresalientes del siglo XX”. Ob. Cit..
10) Menton, Seymour. El cuento hispanoamericano. Fondo de Cultura Económica. México. Sexta edición. 1999. P. 204.
11) Menton, Seymour. El cuento hispanoamericano. Fondo de Cultura Económica. México. Sexta edición. 1999. P. 203.
12) Naturalismo. De Wikipedia, la enciclopedia libre. Dirección Google:
http://es.wikipedia.org/wiki/Naturalismo
13) Diego Rivera. De Wikipedia, la enciclopedia libre. Rivera se inscribió en el partido comunista en 1922. Dirección Google:
http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Rivera
14) Verismo. De Wikipedia, la enciclopedia libre. Dirección Google:
http://es.wikipedia.org/wiki/Verismo
15) Ferro, María Antonietta. “Juan Bosch y Giovanni Verga, algo más que el mismo nombre. Comparación entre dos cuentistas”. Viernes 27 de abril. Feria del Libro 2007.
16) Librería hispana. Virgilio Díaz Grullón. Dirección Google:
http://www.libreriahispana.com/virgilio/
17) Barna, Tomás. “La Introspección y el Sueño en el Microcosmos KAFKA”. Dirección Google:
http://www.lamaquinadeltiempo.com/Kafka/TomasKaf.htm
18) Gautier, Manuel Salvador. “Nadie sabe vivir o morir”. Ensayo, Sobre Crónicas de Altocerro, cuentos de Virgilio Díaz Grullón, Panel sobre la vida del autor, organizado por el Departamento de Letras, Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2001
19) Díaz Grullón, Virgilio. Crónicas de Altocerro. Editora Alfa & Omega, Santo Domingo, República Dominicana. 1994.
20) Gautier, Manuel Salvador. “Nadie sabe vivir o morir”. Ob. Cit.
21) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Editora Cole. 2002. P.52. En esta publicación este cuento se llama “Ratones”.
22) Gautier, Manuel Salvador. “Nadie sabe vivir o morir”. Ob. Cit.
23) Gautier, Manuel Salvador. “Nadie sabe vivir o morir”. Ob. Cit.
24) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Ob. Cit. P. 59.
25) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. El behaviorismo. Ob. Cit. P. 47
26) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Ob. Cit. P. 53.
27) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Ob. Cit. P. 109.
28) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Ob. Cit. P.131.
29) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Opinión de Pedro Vergés. P. 36.
30) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Opinión de Manuel Rueda. Pp. 39 – 40.
31) Meschonnic, Henri. CRISIS DEL SIGNO política del ritmo y teoría del lenguaje. Ediciones Ferilibro 2000. Traducción de Guillermo Piña Contreras. P. 26.
32) Bosch, Juan. Cuentos más que completos. Prólogo de Sergio Ramírez. Ediciones Alfaguara. México D. F. 2001. Pp. 14-15.
33) Bosch, Juan. Cuentos más que completos. Ob. Cit..
34) Bosch, Juan. Cuentos más que completos. Ob. Cit. P. 241.
35) Díaz Grullón, Virgilio. Cuentos completos. Ob. Cit. P. 244.
36) Cine social: un género europeo:
http://www.conferenciaepiscopal.es/cine/pantalla_90/2004/FEBRERO/flashbac.htm